Para tomar decisiones es fundamental tener información, disponer de suficientes datos que hagan más fácil tomar medidas y saber el alcance y el tamaño de estas.
En todo proceso industrial, en toda la marcha de una empresa, sea del tipo que sea, es fundamental saber claramente en qué momento nos encontramos de su vida, desde donde venimos y sin duda haber puesto antes el lugar hacia donde deseábamos llegar.
Realizar gráficos de evolución, tener bien acotadas toda las cifras del movimiento de la empresa, tanto en los números gruesos de facturación y gastos como en los más finos del tipo de ingresos y salidas que se realizan, servirán para diagnosticar los procesos y tomar las medidas oportunas.
Es normal que los gastos suban a la vez que subes las facturaciones, incluso a veces que suban más los gastos que las propias cantidades que suben los ingresos.
Pero siempre que haya mesura en estas diferencias y en ningún momento supongan una crisis.
Si las partidas se empiezan a desestabilizar habrá que analizar con detalle cada partida de gastos y cada elemento que nos produce ingresos, para ver por donde hay que recortar sin producir problemas en la organización, y desde qué partidas se puede incidir para subir ingresos.
Sin la suficiente información histórica de cada proceso de gastos e ingresos, es imposible poder tomar decisiones correctas.
Es necesario tener datos del momento pero también de todo el proceso de cada empresa, para ver hacia donde se está moviendo.
Las empresas son organizaciones vivas que crecen y pueden morir. Incluso sabemos estadísticamente que su vida no es muy larga, y en qué momentos tendremos crisis.
Pero también que necesitan a veces de mecánicos que entiendas el control de la organización y ellos lo primero que demandarán será información lo más completa posible de todos los procesos históricos de la misma.
Muchas veces no sirve solo con el momento actual de la empresa, pues analizamos decisiones para el futuro.