La autocompasión funciona. Es muy eficaz para tenerte preso de ti mismo, de tus dudas y temores, de tus miedos. Y así convertirte en una persona apático y ineficaz, inoperante y quieta. Si decides estar preso de tus propias dudas, si deseas seguir anclado en la nada, la autocompasión funciona muy bien.
Es bueno tener minidepresiones, situaciones constantes de que te encuentras mal pero no hacer lo suficiente para evitar los problemas que te atenazan.
Las minidepresiones son reales, incluso la creas sin darte cuenta de ellos. No las vences, las acabas, las consumes. Te preparas para la próxima. No te las inventas, simplemente y sin casi darte cuenta las creas para sentirte como tú quieres.
Te odias y deseas estar mal contigo mismo, quieren tenerte compasión y que te la tengan los demás y crees que la mejor manera es tenértela tú mismo. Ya sé que no lo provocas, que lo haces sin casi querer, pero también te digo que no estás haciendo todo lo necesario para evitarlo.
Te complaces en asumir que estás minideprimido y que necesitas ayuda. Y es cierto, la necesitas, pero sobre todo necesitas reaccionar y dar un golpe encima de tu mesa y decirte que ya vale, que tu vida es tuya, que debes reaccionar a tu favor y ser capaz de tomar las riendas de tu vida.
Respira fuerte, mírate en el espejo y pregúntate… ¿me merezco yo esto?, ¿de qué soy culpable yo?, ¿qué puedo hacer para mejorarme?
"La lástima por uno mismo, es una de los narcóticos no farmacéuticos, mas destructivos. Es adictiva, da placer sólo al momento y separa a la victima de la realidad". John W. Gardner (Secretario de salud, educación y asistencia social, EEUU)