Se habla de Javier Solana como nuevo líder del PSOE actual, de rescatar del abandono a uno de nuestros mejores políticos socialistas, muy apreciado en Europa y medio mundo, el occidental e incluso el árabe.
Es una buena idea global, pues se plantea no como un posible candidato para 2015 sino como una liebre capaz de poner orden en “la casa” y de recolocar las piezas hoy torcidas y rotas de un partido muy herido.
Es un hombre de la casa, un felipista convencido, un respetado hombre al que apoyan desde Prisa o desde todos los socialistas mayores de 45 años y un gerente capaz. Y además habla inglés. No se puede pedir más para organizar el nacimiento de nuevos líderes capaces de reconstruir el nuevo PSOE para 2015 o 2019, fechas que a él le pillan ya un poco lejos.
Es de tal tamaño la crisis en el PSOE que como se equivoquen en el gestor que tiene que levantar “la casa” se les van a hundir todas las paredes, tras quedarse sin tejado.
