11.12.11

Ganar nunca es ganar, ganar es superar un escalón

Ayer media España estaba viendo el fútbol. Una pelea entre “equipos”. Y uno ganó claramente al otro. Si analizamos ligeramente al menos las declaraciones de los dos líderes de cada equipo encontramos no solo claras diferencias sino sobre todo dos distintas maneras de encarar la realidad. Una positiva y otra negativa y a la defensa.

¿Qué deseamos para nuestras crisis, nuestras derrotas?

El líder perdedor dice que la suerte no le ha ayudado, que ha fallado su herramienta más preciada, que no han sido osados, que les ha faltado equilibrio emocional. A veces se pierde y a veces se gana.

El líder ganador nos dice que ellos como equipo no saben hacerlo de otra manera. Que si es cierto que recibieron un golpe fuerte nada más comenzar a luchar pero que actuaron como si no hubiera sucedido nada intentando hacer lo que saben hacer, lo que tenían preparado, indica que lo importante era no perder la filosofía del equipo, que el equipo se supiera sobreponer y reaccionara.

Son dos maneras distintas de ver la situación de cada uno. Es cierto que no podemos compararlas con la declaraciones que hubieran realizado en casa de haber cambiado al revés el resultado, pero eso nos da igual. Lo importante es el mensaje que se trasmite y que nos debe servir para todo tipo de actividades.

No sirve de nada hablar de suerte, ni buena ni mala. Cuando hablamos de equipos no sirve de nada que nos falle un elemento, pues un equipo es la suma de muchos elementos y de sus recambios. Ganar nunca es ganar. Ganar es superar un escalón y seguir subiendo sabiendo qué es lo que queremos hacer. Lo importante es superar los baches, saber levantarse de las crisis y seguir con las ideas claras hacia la meta fijada.