No me convencen los sondeos publicados machaconamente en muy diversos medios de comunicación con un parecido resultado. Y los de ayer domingo me resultan claramente confusos a falta de una semana para el 20N, pues no se publican con porcentaje de voto por provincias, casi como olvidándose que es el factor primordial para calcular tendencias y posibles cambios en el último día. Yo mismo publiqué unos datos posibles, que se parecen mucho a los publicados ahora, pero ni entonces los daba como asentados ni ahora me los creo, según va caminando la campaña. Más por la responsabilidad de los ciudadanos que por la calidad de una campaña socialista mala y sosa.
No creo que entre el PP y el PSOE sumen un 76% de los votos cuando en las últimas generales sumaron un 84%. Es cierto que IU subirá y puede que bastante, que UPyD también ascenderá aunque las encuestas no le dan un gran camino de ascenso, pero no me cuadran las cifras finales, sobre todo con una participación alta como reflejan.
Veo muy escaso el 31% que se le otorga a los socialistas y aunque posible, es también cierto que puede llegar con facilidad al 35% del voto si lo sabe movilizar pues lo tiene, y de ser así el cambio de diputados moverá el resultado que plantean los sondeos, sin peligrar todavía la mayoría absoluta del PP. Pero podría suceder también que IU subiera más de lo esperado y lo haría en las grandes ciudades a costa del primer partido, en casi todos los casos el PP. Quedan pues serias dudas sobre todo en las grandes provincias, sobre el alcance de la derrota socialista o sobre el tamaño del triunfo popular.
Si queda claro que con el actual sistema electoral es imposible modificar el sistema bipartidista o lo que es peor, en caso de que las tendencias muevan hacia ello, sin existir una debacle total de uno de los partidos bipartidistas, el actual sistema electoral nos llevaría a serios conflictos. En la mayoría de las provincias solo dos partidos son capaces de tener diputados. Si hubiera dos partidos de muy parecida fuerza electoral disputándose estos votos (imaginemos PSOE e IU), el reparto de diputados sería complejo de asimilar por todos.