El genial Postigo editorializa hoy sobre los deseos claros de Mariano Rajoy, para que nadie reflexiones en el día de tranquilidad, de reflexión y calma. Que vayamos a votar sin reflexionar, pues ahora no toca pensar mucho. Posiblemente le daremos la razón a Mariano Rajoy, pues nos gusta lo nuevo, lo diferente. Aunque también es cierto que conociendo lo gastado, lo asumido y caduco, no es fácil dejarse llevar sin mover el pensamiento de sitio.