Empieza Mariano Rajoy con tres primeros errores, su camino como Presidente del Gobierno, aunque todavía no ejerza como tal.
La sombra de José María Aznar es alargada y no debería tapar nunca la luz del líder que empieza y debe consolidarse. Sus apariciones sonriente y dando consejos hacen un mal a Rajoy, pues lo tutela, que puede resultar simpático para sus militantes o inclusos sus votantes, pero es un problema para Rajoy.
Solicitar ayuda a Merkel, antes de asentarse, poniendo a España a sus pies es un error grave, pues sin duda se necesita ayuda, pero también respeto, confianza del resto de países europeas hacia esta España que aspira a ser diferente.
No querer hablar con Amaiur, que te puede gustar más o menos, pero recoge los votos de ciudadanos vascos y libres que han decidido que les represente en el Congreso de Madrid. Partido por cierto, totalmente legal.
Esperamos que sepa ir dominando sus nervios y sus fantasmas.