La deuda europea, el euro como moneda fuerte en el mundo, nunca ha estado pasando semanas peores que las de este noviembre de 2011 donde a algunos países, gobiernos o grupos de presión no les interesa que siga conviviendo en el mundo una moneda europea fuerte y respetada. Y de esto no se están dando cuenta algunos países europeos que siguen defendiendo “su” cueva a costa del objetivo que otros se han impuesto, y que es Europa.
Tras Grecia, Irlanda o Portugal, ha llegado España e Italia pero ya se ataca a Holanda, Bélgica, Austria o se le enseñan los dientes a Francia. Quien piense que esto se acaba castigando con deuda imposible de pagar a Grecia se equivoca. Quien crea que con dejar caer a España o Italia se acaba, se vuelve a equivocar.
Es cierto que algunos países nos hemos endeudado mucho, sobre todo privadamente, obligando a los bancos a los que les debemos la pasta a salir en busca de más dinero y a no poder prestar al Estado sino al contrario a que sean los Estados los que salgan en ayuda de los bancos. Pero si el mercado de deuda está en unos intereses imposibles de pagar, los perjudicados serán todos los países miembros, que perderán sus posibilidades de futuro. Gracia ha visto aumentar su prima de riesgo durante 2011 un 174% y Portugal un 160% e Italia un 210% pues terminó 2010 en 181 puntos y ahora está sobre los 530 puntos.
A los que compran bonos o primas de riesgo de países que saben que van a pagar (por no quedar otro remedio) les interesa que las primas de riesgo suban y mucho en países “casi” normales pues así obtienen más rentabilidad. Si no quieren comprar de Grecia por sus temores a que no los pague y tampoco los de Alemania por estar muy baratos (un 1,8% de interés) lo que les interesa es que tropiecen los de Francia, Holanda, Bélgica o Italia y España para cobrar una buena tajada de interés y además con un riesgo relativo pues es muy complicado asumir que España, Italia o Francia dejen de pagar, hagan “crack”.
Si España tiene que pagar su deuda un 2% más caro de lo que sería lógico en un contexto ya de crisis y de falta de confianza, estamos hablando de mucho miles de millones de euros, que en una crisis ya enfriada y apagada le supondrá miles de nuevos puestos de trabajo perdido y por ello menos actividad económica, menos ingresos, más deuda, más intereses de esa deuda.
Lo malo es que si no modificamos seriamente esta situación, nadie sabe cual es el techo de estas primas de riesgo para países europeos que sean objetivo de especuladores, por varios motivos, uno de ellos la garantía de que so tan grandes que no pueden fallar. Europa debe tomar decisiones contundentes, nuevas y claras. Debe defender al euro o simplemente hacerlo caer de manera organizada pero contundente. No debe nunca dejar que sean “otros” los que hagan caer el euro poco a poco pues en el camino obtendrán beneficios brutales y estará Europa al vaivén de los que quieren simplemente eso, “su” beneficio.
Europa debería dejar claro que quiere seguir unida, que defiende al euro por encima de todas las demás posibilidades, que la prima de riesgo debe ser unificada para toda la deuda europea y que las políticas económicas europeas —incluido el empleo— deben figurar por encima de privilegios o defensas territoriales. Es esto, o simplemente cerrar Europa y dejar claro que a partir de ahora, cada uno se las arregle como pueda, con todo lo que esto puede suponer para todos los países miembros de esta Europa que escuece al mundo financiero y especulador.