Como mínimo no queda bien que José Blanco, dirigente muy importante en un PSOE herido de gravedad, esté tan siquiera ligeramente involucrado en tejemanejes por Lugo, ciudad de la que es cabeza de lista.
Las formas en política también importan, o mejor dicho, importan y mucho. A mi no me da igual que realmente no se haya llevado panoja fácil; pero encontrarse en una gasolinera con un empresario cuando menos “curioso” es algo complicado de justificar, por mucho que Rubalcaba defienda lo ligeramente complicado de defender cuando menos.
Los Ministros deberían tener prohibido por lógica política, reunirse con empresarios que han pedido ayudas, en gasolineras de carretera, como burdas meretrices de pelaje teñido. Si además estos empresarios ya están tocados por la señal de la “mecachislamarsalada” pues peor me lo pones, ministro José Blanco.
Realmente ya le da igual al PSOE una cita en carretera de más o de menos. Pero joder, es que estamos hartos de tantos errores raros, que como siempre luego, nos achacan a todos por igual, cuando yo en las gasolineras no quedo con nadie, pues me parecen feas e inhóspitas de narices. ¿Tan complicado es quedar en el despacho?, ¿o acaso en el despacho hay que tomar nota en el libro de entradas y salidas?