Llevamos un tiempo escuchando y leyendo críticas a las posibilidades que no da hoy internet para buscar información complementaría a problemas médicas, como si esa libertad personal fuera pecado o un drama complicado de eliminar. Efectivamente hay que hacerlo con cuidado, nunca debe sustituir la búsqueda en internet a la opinión de un profesional médico, y hay que aprender algunos pequeños detalles a la hora de buscar. ¿No se leían antes libros médicos, cuando internet no existía?, ¿no se consultaba con el primer amigo médico que aparecía por nuestro teléfono, para sin ver nuestro problema de cerca, tener que responder al asalto ante nuestras preguntas?
Todo es bueno y malo, dependiendo del cómo. E internet es un sistema que funciona para ampliar nuestros conocimientos médicos y complementar nuestra información. Pero tomemos algunas medidas antes.
Elegir páginas de consulta independientes, profesionales, de instituciones médicas o de profesionales médicos.
No deis la misma importancia a páginas de laboratorios que a páginas de profesionales médicos.
Las opiniones de los particulares que hablan de “su” enfermedad hay que leerlas con sumo cuidado pues nadie garantiza su fiabilidad.
La gente a la que le va bien un problema de salud no suele escribir en internet en el mismo número de ocasiones como lo hace las personas que tienen problemas que no logran resolver. Contra más graves, serios y largos son los problemas, más largas y constantes son sus opiniones negativas.
Nunca internet debe sustituir la opinión de un profesional médico. Si acaso debe facilitarnos información para poder consultar en la visita médica.
La información de internet nunca debe servir para diagnosticar, si acaso para ampliar nuestros conocimientos sobre una enfermedad ya diagnosticada por un profesional, con arreglo a las pruebas que se nos han realizado.
No cambiar la medicación, ni el tipo de tratamiento, por simples consultas en internet. Si creemos que hay otras posibilidades, al conocerlas por internet, consultar personalmente con profesionales del tipo que consideréis oportuno. En el diagnóstico de un problema inciden más asuntos que unas cifras en un análisis o una sombra en una radiografía.
Observar la fecha de la información que se ofrece. En medicina un año puede ser un tiempo muy amplio. Revisar que no sea un copiar y pegar desde otra fuente distinta.
Si una página está realizada y firmada por un autor, esto ya le da cierto grado de calidad. Revise quien es este profesional, intente adivinar si lo hace por ayudar o por ayudarse. Hay doctores que opinan por ayudar a gente con problemas y estos son los más fiables pues casi siempre le indicarán que debe seguir consultando con su doctor. No se fíe de quien le ofrece un tratamiento mágico que sirva para todo el mundo, sin haberle auscultado, escuchado o analizado.
Desconfié de los foros, es imposible saber quien está detrás de una opinión, ni si esta es real o manipulada.
Hay decenas de buenos lugares para prevenir la salud, para recibir consejos sobre como evitar las enfermedades, cobre lo que debemos hacer todos para ser más felices, menos atacantes contra nuestra propia salud. Debemos aprender todos un poco más a prevenir, antes de tener que acudir al médico para resolver lo que ya es un problema.
Y recordar que vuestra información médica, sobre vuestro estado personal de salud es algo que os pertenece a vosotros. Mucho cuidado con hacerlo público con nombres verdaderos.