Hablábamos de emplear RAW y sus ventajas y simplemente ahora os dejo una muy sencilla y clara. Tenemos una imagen en donde una flor blanca con su gran luz resulta complicada de fotografiar dentro de ambientes más oscuros. Si deseamos tener una buena luz en lo que la rodea, quemamos la flor y la dejamos sin detalle y al revés, si deseamos tener detalle en la flor nos quedará muy oscuro su ambiente.
Si disparamos en RAW podemos controlar estos parámetros hasta conseguir una imagen muy correcta, pero además tenemos otro sistema que podemos emplear para múltiples usos.
A
Abrimos la imagen del RAW teniendo en cuenta los tonos del ambiente. En este caso sería la imagen B.
Luego volvemos a obtener otra imagen del RAW pero ajustando para que la imagen de la flor nos salga bien, con detalle. En este caso la imagen A.
B
Son iguales de tamaño y encuadre y no hay nada más sencillo que poner una imagen en una capa y la otra en otra capa dentro de Photoshop. La clara B encima de la oscura A.
Seleccionamos la flor y la borramos de la capa B para que nos enseña la capa A. Y guardamos el resultado como imagen C. Aí de sencillo hemos logrado obtener la flor en su punto de luz y detalle sin que nos afecte al detalle del entorno.
C
Ahora imaginar esto mismo, pero en cambio de con una selección tan sencilla, con selecciones pintadas, creadas por nosotros a nuestro gusto, para dejar que la capa inferior nos enseñe lo que deseamos ver. E imaginar que los cambios entre una capa y la otra no son solo de luz, sino de color, de saturación, de detalle, etc.