Podemos ser libres de forma personal, disfrutar de la naturaleza y del silencio, tener amigos o pareja, relacionarnos con nuestro ambiente, trabajar y disfrutar trabajando si hemos sabido buscar una ocupación que nos guste, tenemos familia por debajo y por arriba, podemos leer y escribir, soñar y sentir.
Podemos sobre todo movernos por la vida.
Algunas de estas decisiones sí, están mal vistas en estos años de mentiras disfrazadas, de engaños globales. Así que nos toca aferrarnos a esos deseos de los que todavía disfrutamos por propia decisión, aunque intenten prohibírnoslos los que ahora surgen como setas para salvarnos la vida, no sabemos bien con qué oscuros deseos.
Nuestra vida es nuestra.
¿Tan complejo es gastar como nos de la real gana la única propiedad que se nos da al nacer y por la que no pagamos más… que con ella misma?
¿Tan complejo es gastar como nos de la real gana la única propiedad que se nos da al nacer y por la que no pagamos más… que con ella misma?
¿Es nuestra o nos hacen creer que es también de ellos?
¿Es imposible disfrutar de libertad para aferrarnos al pecado venial como tabla vital?