Pero el déficit es también una herramienta económica para resolver problemas tanto sociales como —que no se nos olvide— económicos. Casi todos los recortes vienen desde el despido de personas que trabajan para el Estado o la congelación de nuevos puestos por recambio generacional.
Es decir, más desempleo desde el Estado. La congelación en las inversiones es básica y lógica, pero también son menos puestos de trabajo, que son los que deberían realizar esas obras.
Recortar en gastos suntuarios o excesivos es una gran medida cara a la galería pero muy escasa para la contabilidad real, aunque suene “a mucho”. Hay que parar los despilfarros por pura lógica, pero eso no supone un gran ahorro aunque se venda así.
Asistimos pues a un empobrecimiento del Estado y con ello de la Política y del Sistema Social. Asistimos a una bajada en picado hacia la nada, sin saber donde pararemos en esta rampa desbocada. Cospedal recorta un 20% de su presupuesto, pero Rudi en Aragón lo hará en primer lugar en un 8%, y avisa de que es: “de entrada”.
Todo apunta a una manera de entender la política en donde se trata de: primero crear una Estado de menor tamaño, algo que afectará brutalmente a las clases menos favorecidas que tendrán menos ayudas y servicios y en segundo lugar a no subir los impuestos y recaudaciones pensando que así la economía se reactivará ella sola, confiando en los mercados.
Son las formas neoliberales de creer en la sociedad del siglo XXI. Pero mucho cuidado pues esta los ricos de Francia, Alemania y EEUU están avisando que es mejor pagar más.
¿Tendrán miedo a que se hunda el sistema social actual?
¿A dónde se pueden ir los hijos de los ricos a vivir, si los países occidentales caen en una espiral de violencia y de pérdida de calidad de vida y bienestar?
¿Dónde y cómo viven mejor los ricos riquísimos, en un país como España pagando un 5% más de impuestos, o en un país —no pongo ejemplos— de los que salen en los telediarios?
Todo apunta a una manera de entender la política en donde se trata de: primero crear una Estado de menor tamaño, algo que afectará brutalmente a las clases menos favorecidas que tendrán menos ayudas y servicios y en segundo lugar a no subir los impuestos y recaudaciones pensando que así la economía se reactivará ella sola, confiando en los mercados.
Son las formas neoliberales de creer en la sociedad del siglo XXI. Pero mucho cuidado pues esta los ricos de Francia, Alemania y EEUU están avisando que es mejor pagar más.
¿Tendrán miedo a que se hunda el sistema social actual?
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