El estrés laboral —en general—, va en aumento en estos tiempos y nos está afectando en nuestra capacidad de disfrutar de la vida. Que esté aumentando en general no nos impide tomarnos con seriedad este problemas e intentar buscar soluciones, pues al final nos va a afectar a la salud de manera importante.
Debemos practicar técnicas que nos ayuden a superarlo, sobre todo si es ya un estrés laboral crónico.
Habría que llevar una dieta sana, tipo mediterránea, sin adicciones, y hacer ejercicio con regularidad para relajarnos practicando ejercicios que nos ayuden a desahogarnos.
Tener aficiones ajenas al trabajo que nos ayuden a tener fuerzas para seguir peleando y que nos sirvan para encontrar ganas de valorar la vida, con actividades ajenas al propio trabajo. Y practicar técnicas de relajación mental, que las hay de muy variado tipo.
Pero es muy conveniente averiguar qué aspectos laborales son los que más estrés nos están produciendo, para intentar cambiarlos, concoerlos mejor, aprender a controlarlos.
Es bueno conocer algunas técnicas asertivas, sobre todo cuando existan problemas de comunicación con jefes y compañeros que son estos los problemas que más hacen crecer el estrés laboral.
Si el volumen de trabajo es muy alto, conviene aprender técnica de gestión del tiempo, de organización del trabajo y hablarlo con tus superiores para intentar delegar una parte de tu trabajo o para reorganizar el mismo.
Si el estado de estrés sigue aumentando, no es posible controlarlo o bajarlo, inevitablemente habrá que ir considerando la posibilidad de cambiar de profesión o de actividad, pues la salud… primero avisa pero luego ataca y responde con problemas graves a veces.
En ese momento, cuando ya uno mismo se da cuenta de que no es posible rebajar su actividad y que el estrés le está venciendo en su vida personal, es cuando hay que acudir a un profesional clínico a pedir ayuda.