26.8.11

Análisis económico propio del segundo trimestre de 2011- ¡Uff!

Al analizar la economía de España en el segundo trimestre de 2011, año de la reafirmación de la grave crisis económica, no encuentro forma de algo positivo en el análisis. El dato de crecimiento del PIB e un 0,7% se ve empañado desde tres frentes, los más importantes a la hora de analizar consecuencias.
El primero, histórico, pues hemos crecido menos que el trimestre anterior.
El segundo, comparativo, pues seguimos con un crecimiento alejado de los niveles que marcaron los países europeos.
El tercero, estructural, porque si atendemos a la forma en la que se ha generado este crecimiento y lo comparamos con el resto de partidas que los conforman, nos podemos llevar un susto bien fundamentado.
 No se preocupen, no hace falta que vayan corriendo a mi banco de datos (ya actualizado) a hacer su propio análisis pues voy a ir poniendo, como es costumbre, los gráficos más importantes para ir viendo poco a poco de qué estamos hablando cuando decimos que el país está en serios problemas, a parte de los que nos suelen vender en la tele.

Pinchen en los gráficos para verlos mejor.

Evolución del PIB
Evolución del PIB. Las tasas de crecimiento siguen el eje derecho.

En primer lugar echamos un vistazo a los datos con los que nos van a martillear la cabeza, el crecimiento del PIB en términos interanuales del 0,7%, algo menor que en el trimestre anterior que creció un 0,9%, y el crecimiento en términos intertrimestrales del 0,2%, también dos puntos porcentuales menor que el trimestre anterior con un 0,4%.
A la simple vista de estos datos y contextualizándolos con el resto de países occidentales que muestran una caída en sus respectivos crecimientos, podemos decir que España sigue creciendo, muy lentamente, de forma poco consolidada (gracias al exterior como luego veremos) y a punto de estancarse, si no lo está ya.
Vamos a echar un vistazo a las dos primeras desagregaciones del crecimiento del PIB, la que viene por parte del exterior (exportamos más de lo que importamos) y la que viene por parte del interior.

Demanda nacional y externa
Evolución de la demanda interna y externa

Como vemos, la polarización es total y aquí tenemos uno de los primeros datos negativos del trimestre. Nuestro crecimiento no solo se basa en el exterior, en el hecho de que vendemos más de lo que compramos, sino que nuestra demanda interna no alcanza el rango positivo.
En lo que llevamos de crisis la demanda interna, es decir, lo que los ciudadanos españoles gastan o reinvierten en la propia economía española, ha caído hasta el -7,5% en el 2º trimestre de 2009. Durante el año siguiente el decrecimiento se hacía cada vez más pequeño hasta llegar al -0,3%. Luego hemos tenido un año de estancamiento, (podemos ver la recta roja justo por debajo de la línea del cero) y ahora, de nuevo, vuelve a caer de forma sólida y temeraria, hasta un -1,9%. Este es el riesgo de doble recesión, o recesión en W de la que ahora muchos están hablando en América y Europa. El PIB no lo refleja porque las exportaciones, de momento, nos ayudan.
Porque las exportaciones netas, a su vez están creciendo en torno al 2,6%. Ahora bien, tampoco nos podemos llevar a engaño. El dato refleja que España no es, ni mucho menos, un país exportador.

Evolución de las exportaciones e importaciones

No es que exportemos mucho, pero trimestre tras trimestre conseguimos exportar más de lo que importamos. De hecho, este segundo trimestre, por primera vez, las importaciones han bajado un poco (-1,7%) mientras las exportaciones han seguido subiendo (8,4%). ¿Es este un buen dato? Bueno, si tenemos en cuenta que las importaciones bajan por el único hecho de que las familias españolas consumen menos (interna y externamente), pues no es muy bueno que digamos porque sigue reflejando el estancamiento y/o caída en el gasto de la renta que están padeciendo las familias españolas. Para darle aun más miga al asunto, las exportaciones, aun creciendo, lo hacen a menor ritmo que el trimestre anterior, ¿Por qué? Porque Europa también ha caído un poco y, por tanto, nos demanda un poco menos. Lo cual nos sigue demostrando que nuestro crecimiento se basa en la demanda externa de nuestros bienes y servicios, que es cada vez menos firme. España, por si sola, está lejos de poder levantar la cabeza.

Consumo 
Evolución del consumo y sus rúbricas

Echemos un vistazo a las rúbricas de consumo que forma la gran parte de la demanda agregada total, por lo que las variaciones que se den en el consumo afectarán bastante al PIB.
Y seguimos con malas noticias, pues el consumo, que llevaba ya un año marcando crecimientos positivos, vuelve a la senda de decrecimiento. En este caso, el consumo total ha caído un -0,4%, ayudado por la caída del consumo privado -0,2% y, sobre todo público -1%, que sigue en sus trece de rebajar el gasto para intentar consolidar sus cuentas fiscales y llegar al objetivo del déficit que desde las instancias europeas se nos ha impuesto. Otro signo más del estancamiento interno del país.
Las razones de este comportamiento son muy conocidas. El número de ocupados no ha aumentado, ni considerablemente ni mínimamente, y los salarios y rentas tampoco crecen (las rentas de los asalariados siguen decreciendo, en este caso un -0,5%), por lo que el total para gastar no es que aumente mucho. A su vez, las familias siguen teniendo un deuda privada inmensa a la que deben hacer frente con más ahorro y menos consumo. Este problema está lejos de haberse resuelto y, por tanto, por mucho que la economía parezca mejorarse, a las familias les queda un largo trecho.

Inversión
Evolución de la inversión y sus rúbricas

Llegamos al comportamiento inversor y, de nuevo, el panorama nos muestra un estancamiento negativo, pues la formación bruta de capital (la creación de capital vía inversión), lleva poco más de un año cayendo de forma continuada en torno al -6% y este último trimestre un poco más, ya que cae un -6,7%.
La construcción sigue con su línea casi recta particular, con caídas, trimestre tras trimestre, de entre el 10% y el 9%. Ya vemos como parece que quiere despegar un poco, con una caída del -9,3%, pero sabemos que el sector sigue de capa caída. Con un stock de viviendas por vender enorme, unos precios que siguen siendo desorbitados y un rama de empleo que sigue perdiendo trabajadores.
Los bienes de equipo, que se suele equiparar a las inversiones productivas (las que se hacen para producir, empresas, ampliación de locales, maquinaria, etc), vuelve a terrenos negativos, marcándose una caída del -3,7%, de nuevo otro despropósito.
De nuevo, las perspectivas de crecimiento en la demanda interna siguen siendo muy pequeñas, la competitividad no es nuestro fuerte por lo que ampliar inversión para exportar fuera se nos hace difícil y costoso, por lo que no se intenta. Además de la subida en los tipos de interés y la continua restricción del crédito que no ayudan a un sector que necesita confianza empresarial, del consumo y facilidades de crédito para prosperar.
Por último vamos a echar un vistazo a los sectores económicos por la vía de la oferta.

 Producción por sectores
Evolución por sectores

Creo que es un resumen bastante bueno de la situación en la que estamos. La construcción sigue siendo el único sector en decrecer (-4,1%) , y el resto de sector muestran crecimientos parejos aunque algo menores a los del trimestre anterior. La energía crece al 0,9%, la industria al 3,2% y los servicios al 1,2%.

Entonces… ¿Cómo estamos?
Pues estamos mal —como veníamos diciendo en el análisis coyuntural— de hace unos días, pues los motores de la economía siguen parados.
El consumo, lejos de trazar una senda expansiva, se contrae cada vez más, la inversión sigue sin encontrar razones para crecer y el sector público sigue reestructurando sus gastos.
Las exportaciones que nos hacen crecer dependen totalmente del ciclo económico externo y se ayudan de que el nuestro siga peor.
Las perspectivas y la confianza no parece subir, por lo que el futuro no pinta muy diferente de lo que estamos viendo actualmente.
El estancamiento en el crecimiento y una mayor depresión en las partidas de gasto nos dan una fotografía terrorífica. Nuestra única esperanza es que en el tercer trimestre el turismo (en Julio, agosto y menos en Septiembre) de un pequeño impulso a la economía, aunque por lo visto por los datos de empleo este impulso es demasiado pequeño como para que pueda, por si solo, cambiar tendencias. Seguiremos a la espera.

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