Uno discurre por este julio 2011 sin saber bien si está en octubre o en mayo, disfrutando de sus aires, sus mañanas frescas, sus noches otoñales.
Es como tener una primavera larga o un sin verano curioso. Miro la previsión del tiempo y me sigo sorprendiendo por el no calor que no invade en mi ciudad, acostumbrados a la olla caliente en los dos meses socarradores.
¿Será el cambio climático?, ¿será Zapatero? ¿el espíritu del 15M que se ha quedado para no irse?
De momento disfruto de los buenos aires y los mejores tiempos de un julio que parecemos no merecer. Para cuando venga el calor.