La intervención de la CAM es un ejemplo más del juego asqueroso que han ido practicando algunos chiringuitos de laboratorio financiero, engañando a sus clientes y a sus gobiernos, con tal de jugar a ganar en un capitalismo sin control en donde los mercados solo jugaban a ganar.
El descontrol y la desgana por parte de los economistas liberales que tienen la responsabilidad de detectar prácticas peligrosas cuando no ilegales, deberían tener castigo legal, como lo tiene quien pierde su vivienda por terminar sin trabajo por culpa de los tiburones hambrientos de beneficios fáciles.
Se debería acabar este juego con los dineros de los demás a costa de responsabilidad penal más contundente contra los encorbatados delincuentes de mercado liberal.