Toca prepararse para la salida de la crisis, algo que parece obsceno pero que hay que edificar antes para que no volvamos a los mismos errores. De las crisis se sale. No se sabe ni cuando ni cómo, pero se sale. Y tras ello hay unas necesidades lógicas, una de ellas una necesidad clara de tener gente preparada en puestos clave para levantar la industria y la contabilidad nacional.
Si criticamos muchas veces la poca preparación media de nuestros alumnos, de nuestros trabajadores, no debemos olvidarnos de la bajísima preparación media de nuestros gerentes empresariales, de muchos mandos intermedios, de jefes de producción, personal, compras o ventas. Falta un análisis serio y profundo de la calidad de nuestro sistema empresarial, y poner remedios a muchos vicios que nos hacen ser débiles. Cada empresa tiene sus fallos, algunos tremendamente sencillos de resolver. Y tras la crisis las empresas que no hayan hecho sus deberes con buena nota, tendrán que cerrar pues muchas sobran levantar el vuelo y auparse sobre sus competidoras. También cierran muchas empresas cuando viene la bonanza tras las crisis.