¿Hay tiempo para consolidar opciones de izquierdas, agrupadas fuera del PSOE, antes del 20-N? Pues yo diría que “casi” no. Los partidos de izquierdas son —somos— muy suyos y sobre todo muy democráticos, tanto que los convierte en algo lentos a la hora de tomar decisiones de gran calado como esta.
Ningún partido serio se atrevería a tomar la decisión de acudir a unas elecciones generales, agrupado con varios partidos más, que aunque sean de izquierdas son diferentes, ninguna se atrevería digo, sin consultar a sus bases. O en el menor de los casos, sin consultar a todos los militantes activos y con cargos orgánicos en el mismo, lo que nos lleva a un tiempo amplio.
La campaña empieza a principios de noviembre, pero los programas e incluso la comunicación y publicidad debe estar comenzada a preparar desde principios de octubre cuando no a mitad de septiembre. Para esa fecha ya deben haberse tomado las decisiones pertinentes. Estos tiempos puedan acortarse si antes ya está tomada la decisión de acudir agrupados dentro de alguna fórmula, pero deben respetarse y tenerse en cuenta en su inicio, por si las conversaciones no fructifican.
Consultar a las bases o cargos y aprobar definitivamente lo acordado, contando con los tiempos legales de convocatorias de reuniones, lleva al menos 3 semanas. Nos vamos pues a finales de agosto, para comenzar el proceso interno con las propias bases de cada organización.
Pero antes de comenzarlo deberían haber existido reuniones serias y complejas entre muchos actores políticos, para diseñar el programa estatal, el reparto de listas, el futuro del agrupamiento, hasta donde se amplía esa unión —temporal al menos— de partidos de izquierdas. Asuntos complejos que se deberían comenzar a tratar mañana mismo.
No existen pues vacaciones para los partidos de izquierdas, si pretenden acudir unidos a las próximas generales del 20-N. Yo les recomiendo que sin prisas pero sin pausas, se llamen por teléfono y se citen para la próxima semana. ¿Qué ya lo han hecho?, ¡ah! pues muy bien.