Podemos pensar que la actual situación de crisis económica y política en España no va con nosotros, que los jóvenes del 15M se han cansado y ya no hay “tema que resolver”, que todo se ha solucionado por la vía del cansancio. Pero la verdad es otra y persistente, la situación de España es muy complicada, se vea con claridad o se disimule. Nuestra deuda pública pero sobre todo y también la personal y empresarial es inmensa para el PIB que tenemos, lo que nos llevará a un camino de largo recorrido, a bastantes años sin poder levantar la cabeza de la libertad pública.
Dará igual que mande Rajoy o Zapatero, por mucho que con los populares se aflojará la presión de las grandes empresas sobre los movimientos económicos que nos aprietan. pues ya estarán “sus amigos” mandando.
España no volverá a ser como antes del 2007, al menos en una década y eso por ser optimista. Pero lo curioso es que han pasado ya casi tres años de la crisis y la mayoría de la sociedad cree que no va con ellos los problemas de todos. Y la verdad es que todavía es casi así. El 70% de los españoles no están afectados directamente por la crisis. Pero en cambio España como organización si lo está y de una manera brutal.
Hay que pagar las deudas, y cada vez que España pide un préstamo tiene que devolver el principal más los intereses. Consumimos del exterior más de lo que exportamos, uno de los pilares de nuestra economía, el ladrillo, sigue bajando como es lógico mientras el turismo tiene la suerte de gozar al menos de un par de años de subida por las situaciones exteriores.
Pero mientras tanto el resto de países del mundo se mueven. África crece y reclama protagonismo social por las buenas, por las malas o por la inmigración. Asia ya tiene protagonismo y se está apoderando de los mercados económicos. América no quiere perder su influencia en el mundo y en gran medida lo está consiguiendo, incluso desde Iberoamérica se nota un aumento de la calidad en sus países. Europa está muy dividida y con odios entre sus componentes que le impiden ser coherente y encontrar caminos.
El cambio, la crisis, es de sistema.
Quien sepa salir en busca de un nuevo sistema de vida, de sociedad, triunfará. Y lo malo es que no siempre los pasos sociales en el mundo, han sido hacia delante. Hemos tenido muchos cambios sociales en la historia mundial; ahora simplemente estamos entrando en uno de ellos.