El precio de la vivienda en España, desde finales de 2006 que es cuando tuvo su precio máximo, ha bajado en 2011 sobre un 20% nominal que representa un 25% al aumentar el IPC. Pero parece todavía un precio final, del que se dice por los expertos que sigue todavía otro 20/25% por encima del precio que se estima lógico.
Pero hay dos factores que debemos tener en cuenta. Uno: que nadie sabe el valor de la vivienda en la actualidad, pues no hay datos reales pues en España parece un secreto escondido las estadísticas del predio final real de la venta de viviendas. Dos: que el precio sube o se mantienen con diferente perspectiva según calidades o situaciones.
Habíamos llegado al punto en el que el metro cuadrado valía igual en una zona que en otra, con pequeñas variables. Esto además de no ser lógico debe volver a sus normales cauces.
La distancia al centro de las ciudades modifica precios.
Los servicios públicos de las zonas hacen variar los precios de manera muy alta.
El tamaño de la localidad afecta bastante.
La segunda vivienda no tiene en estos momentos venta, excepto en zonas muy específicas.
La calidad de la vivienda y su edad son factores que ahora se tienen muy en cuenta.
Una vivienda con más de 30 años, sin servicio básicos como son ascensor o calefacción y un cuidado no muy alto en sus “tripas”, si además está en una zona complicada o alejada de las zonas con más servicios públicos tiene una venta muy difícil y su precio es imposible de valorar sin analizar muchos factores.
Una vivienda nueva a una distancia de más de 10 kilómetros de la ciudad, en una localidad con servicios públicos escasos, tiene una dificultades de venta que la hacen hoy complicada de vender por su alta competencia en el mercado.
Una segunda vivienda donde, excepto durante dos meses en verano, no hay ni personas ni servicios básicos a su alrededor no tiene venta hoy, pues hay mucho donde elegir.
Si hay dudas sobre el precio, nada más sencillo que acudir a una empresa de tasación o a un banco a solicitar una hipoteca. Con la tasación actual se sabe perfectamente el precio máximo que se puede conseguir. Y digo máximo pues luego es necesario encontrar un cliente que esté dispuesto a pagar esa cantidad y esperar que el mercado no siga cayendo más, algo complicado de intuir.