Las empresas grandes e incluso algunas medianas pero que gestionan grandes cantidades de comercialización y con importantes beneficios, hacen lo que sea para intentar eludir el pago de impuestos en el país en el que vender y producen sus productos si este país tiene cargas impositivas mayores que otros países de su entorno, algo que incluso asumimos día a día sin intentar remediar esta ilegalidad o al menos amoralidad.
Es cierto que las empresas grandes representan en el total del tejido empresarial de España una mínima parte en número, y que más del 90% de las empresas de este país son Pymes, pero el grueso de los beneficios recaen sobre estas grandes empresas, muchas de ellas multinacionales.
Todas ellas, bien asesoradas por auténticos laboratorios financieros que las asesoran para pagar menos impuestos de muchas formas posibles, intentan como primera medida deslocalizar su sede social hacia países con cargas impositivas menores, con independencia de donde realmente hacen su actividad.
¿Cómo actúan estas empresas para no pagar lo que deberían pagar en los países en donde realizan su actividad económica?
Todo se basa en la disparidad de tipos impositivos que existen en Europa. Todas las grandes empresas (hablamos por poner un ejemplo de grandes empresas…
para que nos entendamos, sin saber bien (o no) donde tributan, como Apple, Ikea, Google, el volumen de negocio es abismal y abisal) intentan tributar en Irlanda que en donde tienen realmente sus actividades o sus ventas y beneficios, en vez de tener que pagar un 30% de impuesto sobre los beneficios de las sociedades pagan un 12,5%. Irlanda es país por cierto de la UE, pero en donde se consiente que haya diversos tipos impositivos, aunque a la hora de caer en quiebra tengamos que ser todos los que intentemos resolver sus problemas.
para que nos entendamos, sin saber bien (o no) donde tributan, como Apple, Ikea, Google, el volumen de negocio es abismal y abisal) intentan tributar en Irlanda que en donde tienen realmente sus actividades o sus ventas y beneficios, en vez de tener que pagar un 30% de impuesto sobre los beneficios de las sociedades pagan un 12,5%. Irlanda es país por cierto de la UE, pero en donde se consiente que haya diversos tipos impositivos, aunque a la hora de caer en quiebra tengamos que ser todos los que intentemos resolver sus problemas.
Voy a simplificar mucho el planteamiento:
1º: Lo que sería normal: Una empresa que fabrica y/o vende su producto en España, obtiene un beneficio en España, y por tanto paga el impuesto en España.
2º: Lo que se hace (en algunos casos, por decir algo): En primer lugar se montan tres empresas. Una en España, y dos en Irlanda. La empresa que se dedica a vender el producto o servicio en España se instaura como comisionista. Es decir, que los beneficios que genera los pone a nombre una de las empresas que se han creado en Irlanda. Supongamos que la empresa en España genera 1000 euros de beneficio. Se entiende que los 1000 euros son en realidad de la empresa Irlandesa, y que la Española era un mero intermediario. 100 euros se quedan en España y 900 se van para la empresa “raíz” en Irlanda. De esta forma en vez de pagar los 1000 euros al 30%, pagas solo 100 euros al 30% y 900 al 12,5%.
Pero aun hay más. En Irlanda si tienes una empresa y el titular no es residente en Irlanda, simplemente no paga impuestos. De esta forma se utiliza la segunda empresa en Irlanda para gestionar los royalties (beneficios por el derecho de la marca). Y como en esta segunda empresa el titular no reside en Irlanda, no paga impuestos. Si suponemos que se desvía un 50% del beneficio, la empresa en total estaría pagando solo el 12,5% de 450 euros.
En total, de 1000 euros, paga menos de 100 euros. Un 10% del total. En la realidad he llegado a leer que este porcentaje de tributación total puede llegar a ser el 4%. Una pasada.
¿Cómo solucionar estas trampas legales que se practican para pagar menos impuestos sobre beneficios?
Pues parece que la solución ya se está negociando, así no estamos hablando de ningún mundo perdido en la nube. La nueva normativa estima un sistema de imputación del beneficio al margen de donde resida el titular o toda esa serie de elementos que solo sirven para eludir el pago.
Es establece un porcentaje del beneficio a un determinado país por variables reales, a saber:
- Un tercio por los empleados. Número y coste laboral.
- Un tercio por activos reales.
- Un tercio por ventas.
De esta forma, si PocaCula (por poner un falso ejemplo sencillo del que no tenemos ni idea de cómo hace su contabilidad pues no existe) tiene el 90% de sus empleados fabricando en España lo que se consume en España; y también en España el 90% de los activos que se emplean en fabricar y distribuir lo que se vende en España; y genera el 100% de las ventas que se hacen en España (lo que es normal) sería:
1/3 * 0.9 + 1/3*0,9 + 1/3 = 2,8/3
De esta forma, los beneficios que se imputan a España serán de 933 euros, y pagaría el 30% sobre esa cantidad. Mucho más realista.
Claro que todo esto solo se puede basar bajo una normativa europea, pero como digo parece que se está trabajando en ello muy seriamente. El tema no es baladí, y los países, muy endeudados, están cansados de ver como grandes sumas de dinero se pierden y tienen que buscar fórmulas más reales para que las empresas grandes paguen en proporción lo mismo que las pequeñas, si se produce y fabrica en el mismo país en el que se vende. Es cierto que algunas empresas pueden tener la intención de la deslocalización en la fabricación, pero para ello también hay modificaciones en las leyes, que graven los transportes de mercancías o las importaciones de algunos productos.
Lo que no es lógico es la actual situación: que lo que se fabrica en un país, empleando a personas del mismo país para fabricarlo y que además se vende en el mismo país, no pague impuestos en este país del que obtiene todos sus beneficios de fabricación, comercialización y consumo.