8.5.11

Hay políticos cobardes que no saben frenar la especulación de los mercados

Hoy en Zaragoza, el líder de IU ha dicho claramente que él duda que el PSOE sea la izquierda y le doy toda la razón. Esta haciendo una política débil, dominada por los mercados y lo que es peor, por los dirigentes políticos de Europa. En política tenemos que decir basta con fuerza ante la cobardía en buscar soluciones que apoyen a los débiles, que sirvan para relanzar al país, que exploren nuevas sociedades, que intenten conformar una sociedad más igualitaria que no más uniforme.
En la política española (y en la de otros muchos países de la UE) hay muchos cobardes que no saben buscar soluciones, que no se atreven a plantar cara a los que saben que mandan escondidos y que dominan a los políticos cobardes. En la política española y ya en la occidental, no sirven de nada los políticos cobardes pues siempre serán sobrepasados por las fuerzas que controlan los mercados, los bancos, las grandes corporaciones, las inversiones y apuestas de futuro, las fuerzas religiosas y las sociales sin que estas se den cuenta de ello.
Hay fuerzas que sin ser políticas dominan a la “polis”, que aspiran a dominar
la sociedad sin dar la cara para ser elegidos nunca. No son democráticos ni se quieren exponer a las reglas democráticas pues nunca se presentan para ser elegidos para el poder que ejercen con mano de beneficios. Su poder es el dinero y el saber controlar los mercados que les facilita el mismo. No quieren saber nada de política pero no se oponen a ella pues saben que sirve para apaciguar a la sociedad. Sin política serían unos dictadores sátrapas, y eso no lo quieren parecer. Por eso utilizan bien y a su beneficio el sistema político, admitido por políticos cobardes que no son capaces de tomar medidas para evitar su poder.

El desempleo lo tienen controlado hasta el punto que a ellos les interese, que es el anterior a que se rompa la paz social. Saben dominar la sociedad, saben tensar la situación hasta el punto de la ruptura para entonces aflojar. Contra más desempleo, menos sueldos, peores condiciones de trabajo, más miedo, más abusos sin denunciar. Pero los deslocalizadores de empresas en mercados en crisis saben que tensar en exceso es contraproducente con un gobierno que no de garantías de ayuda social. Por eso admite la sociedad tanto desempleo con un gobierno que dice llamarse socialista. En cuento se acorten las ayudas sociales, inevitablemente bajará el desempleo pues soltarán tensión los que ahora la provocan. ¿Le parece increíble? Somos meros actores de producción y consumo.
Cuando se ha apretado mucho las tuercas a Grecia y Portugal, el primer país amenaza con salirse del euro. No es una amenaza vacía, es seria.
Y saben todos que tras Grecia saldría Portugal y con ello vendría el hundimiento del euro y de la Unión Europea, que en estos momentos ya solo se sujeta como una unión monetaria, que no económica. Luego sin tener que decir nada a nadie, ante el coraje de los políticos que ya no admiten más presiones sobre sus sociedades hay que buscar “otras” soluciones diferentes. Que se dirán o no se dirá, pero no se puede admitir que tras la crisis actual salga destrozada Grecia, Portugal, Irlanda y España y salga fortalecida Alemania. Esto no es una Unión Europea, si acaso un engaño europeo, si acaso el dominio de unos políticos fuertes sobre unos políticos débiles.
Soy consciente de que los países PIGS se han endeudado más que el resto de países de la UE, pero para intentar parecerse al resto, para acercar sus sociedades al resto. Intentar ahora destrozar esos crecimientos (en parte falsos, es cierto) con unos ajustes que los convertirán en peor a como estaban con anterioridad, al tener que soportar los intereses sobre sus deudas, es un gran error que destrozará a la UE.
Puede que no les importe a unos cuantos, puede que no les importe hoy. Pero al menos en teoría los políticos cambian en todos los países actores y no es posible saber qué les interesa hacer a todos ellos de forma individual y de manera colectiva en los próximos años. Puede que a la debilidad manifiesta de la clase política actual en Europa le crezca una clase política peor o por qué no, una mucho más valiente. Serán las personas las que decidan. Son personas las que dominan los mercados y los chiringitos. Son personas políticas las que se dejan dominar en sus responsabilidades.