Vuelven las críticas y los comentarios periodísticos sobre lo injusto que es, tras cotizar y trabajar 40 ó 45 años, que te rebajen la pensión de jubilación porque esté de moda ahora despedir a los mayores de 50 ó 55 años de las empresas, en busca de trabajadores más jóvenes y sobre todo con sueldos más bajos.
Hace años que se empezó a poner de moda las prejubilaciones indiscriminadas para las grandes empresas. Algo que es criticable por varios motivos, desde la injusticia que supone emplear un sistema público para resolver problemas privados, a que este sistema lo puedan realizar las grandes empresas pero no las PYME o a que no tenga en cuenta ni tipo de puestos de trabajo ni la salud de las personas o sus deseos.
Algunos trabajadores ven con buenos ojos descansar unos años antes, si tienen un trabajo duro y tienen la salud algo deteriorada. Pero otros muchos se encuentran que además de desear trabajar y no tener otra forma de sentirse útiles, descubren que tras empezar a trabajar con 14 años y llevar más de 40 cotizados, les rebajan sus pensiones de jubilación en al menos un 20%.
Sin contar con las prejubilaciones, ahora es normal encontrar en las filas del desempleo a muchas personas mayores, despedidos de PYMES, sin la ayudas de las prejubilaciones, pero que sufrirán los embates de una mengua en sus jubilaciones muy grande, pues tras acabarse el desempleo, nadie cotizará por ti en los últimos años de carrera laboral.
Al 20% que se resta por jubilarte antes de la edad hay que añadir que la base de cotización también baja al estar unos años sin que nadie cotice y viviendo del subsidio. Y lo que parece imposible es encontrar un trabajo nuevo, pues es muy improbable que te cojan a trabajar en cuanto observan que tienes 50 años de edad. Menos posibilidades de encontrar trabajo si tienen más de esos 55 años.
Los mayores de 50 años vamos a ser los grandes desplazados de la vida laboral y de las jubilaciones, con arreglo a lo que hemos cotizado durante toda nuestra vida laboral, al acabar en el desempleo con más de 50 años de edad. A los jóvenes les queda toda una vida por delante y seguro, una serie de cambios legales de imposible predicción en la actualidad. Aunque hoy los veamos todos los posibles cambios, peores todavía que los actuales.
Y mientras tanto, los mayores de 50 ó 55 años somos los grandes desaparecidos para los sindicatos, los invisibles para la sociedad.