Los datos del desempleo en España, publicados hoy a través de la EPA, situando en 4,9 millones los españoles que están en el paro, son dramáticos para una nación. Tener el 21,29% de la población en edad activa, desempleada es un mal dato que nos costará un esfuerzo inmenso levantar, si empujamos todos en la misma dirección. No digo nada si empleamos la división política en poner trabas.
Ahora vienen meses buenos para el empleo, pero como es estacional, volverán los malos a partir de septiembre, y si no se toman medidas drásticas, los males continuarán. Y lo que puede ser peor, tras la salida de la crisis se creará empleo, sin duda, pero tendremos que estar muy vigilantes para ver en qué calidad, para quien, de qué tipo, con qué perspectivas de futuro.
El problema es muy grave y lo saben todos los que gestionan. Lo que no encuentran son la soluciones, intentando pequeños cambios que en nada benefician a las soluciones.
Hay que modificar los tipos de contratos, pero no para empeorarlos sino para hacerlos más iguales entre todos. Hay que facilitar la creación de
empresas pequeñas hasta límites que nos parecerían hoy imposibles de imaginar. Hay que dotar de más formación profesional a los españoles. Hay que intentar que los buenos profesionales bien formados, no se tengan que ir a otros países a poner sus ideas en marcha. No va a ser posible atraer a grandes empresas exteriores que ayuden a salir del tobogán pues la deslocalización irá todavía unos años en aumento. Hay que potenciar la relación de la Universidad con las empresas. Tendrá que intervenir artificialmente el Estado para modificar actitudes de los mercados. Hay que combatir el mercado negro de trabajo y de impuestos no pagados. Hay que exigir la creación de puestos de trabajo hoy impensables, siendo el primer y casi único objetivo el salir de esta situación tan grave para la estabilidad social.Si hemos bajado en el número de muertos por accidente con medidas coercitivas y de castigo, así habrá que salir de este drama que afecta a todos. El mercado español no será capaz de salir, pues ya está huyendo hacia otros mercados en otros países. Y España tiene pocos años para salir de este drama endémico.
Personalmente no creo que estemos en el punto más alto de la EPA, si no se toman medidas drásticas, podremos subir hasta esos datos de 1994, cuando el porcentaje era de más del 24% en la Encuesta de Población Activa (EPA). El número de hogares con todos sus miembros en paro volvió a subir y se sitúa ya en los 1,38 millones. Hay más de dos millones de personas que llevan buscando trabajo más de un año. Y la red de seguridad empieza a resquebrajarse. Según los datos suministrados por el Ministerio de Trabajo, un millón de parados no percibe ni prestación ni subsidio por desempleo, ya sea por no haber cotizado lo suficiente, ya por haber agotado el tiempo de derecho a cobro.
Pero si la sociedad se hubiera comportado como en anteriores trimestres, los datos serían peores, pues la población activa disminuyó en 42.900 personas durante este primer trimestre de 2011 que decidieron no seguir buscando empleo, al contrario que en anteriores periodos en los que aumentó el número de personas que deseaban estar activas. Si esta vez se hubiese seguido la pauta de los primeros trimestres de 2009 y 2010 (en ambos periodos se sumaron más de 30.000 personas a la población activa), el número de parados habría estado mucho más cerca de los cinco millones de personas.
La imagen es del INE
La imagen es del INE