14.4.11

De malos abogados que hacen de buenos y de peores abogados que hacen de malos

Hoy me ha tocado hablar de médicos y abogados, con otro médico que hace de abogado; vaya mezcla. Y como es lógico, he salido perdiendo, faltaría más.
Los abogados lo tienes crudo para dormir tranquilos, pues les toca joder a unos y alabar las maldades de otros. Vamos que tienen que elegir entre el mal y el bien, a costa de sus estudios y sus dineros; y no lo hacen por decisiones personales sino por clientes que le entran por la puerta o por la empresa a la que debe servicios.
Puedes ser por dentro una bellísima persona y tocarte un trabajo en donde los cabrones son los que triunfan a costa de tu excelente trabajo, lo cual ya es joderse uno la vida, sobre todo si no puedes elegir y te debes a la hipoteca. O puede tocarte el trabajo de frenar a los pobres que buscan ayudas públicas, empleando todo tipo de artimañas, eso si siempre legales pues para eso la ley tiene tanta elasticidad, y al llegar a casa ir de misa diaria.
Yo conozco un abogado que parece una bellísima persona y en cambio como abogado es un cabrón malicioso. Y no se le nota. Ni en casa que es un cabrón, ni en el trabajo que es un pan bendito. Eso es ser profesional y no lo otro. Claro que al final el corazón lo debe de terminar cobrando, que estas cosas de hacer una cosa y pensar otra, salen caras a la larga. El corazón o a la hora de llegar al cielo, que es de los que creen que el cielo es algo más que eso azul que está encima de las cabezas.
Sí, hoy estoy en contra de tan bella profesión. ¡Qué le vamos hacer!