8.2.11

La financiación a la hora de crear una nueva empresa

Continuamos analizando levemente qué podemos hacer para estudiar las posibilidades de montarnos una microempesa.
Hablábamos en anteriores entradas de hacer una inversión ajustada y medida para la creación de cualquier empresa. Muchas empresas cierran en los primeros cuatro años de funcionamiento casi siempre por una mala planificación a la hora de crearse. Superar esa barrera nos lleva al otro punto en el tiempo
que resulta clave en las estadística de las empresas. Es el de los siete años de vida en el que posiblemente haya que replantearse —recrear / volver a crear desde dentro— la empresa. Hay que superar como sea, estos dos momentos clave en los ciclos de la empresa.
Es muy triste que una empresa cierre, y lo malo es que detrás deja deudas en muchos casos personales, situaciones malas para personas que creyeron en su proyecto y no supieron medir bien sus riesgos. No se trata de meter ahora miedo, sino de meter prudencia. Y las deudas siempre son MUY malas.
Es casi imposible montar una empresa sin deudas, pero el tamaño de estas es fundamental muchas veces, para su futuro. Una deuda supone la obligación de tener un gasto fijo de amortización, que puede no incidir en más producción de la misma. Pero es cierto que las deudas son de muy diverso tipo. Si es en maquinaria de obligada compra pueden resultar interesantes pues sirven para crecer en producción, pero si son deudas en elementos no necesarios “de entrada” suponen una carga financiera de complejo ajuste contable.
Una deuda es la obligación de devolver lo prestado y sus intereses y lo que es peor y no tenemos en cuenta, sirva para cerrar las puertas de los bancos ante posibles futuros créditos, pues nuestra capacidad crediticia es limitada y la marcan los propios bancos, y puedo asegurar que ellos saben muy bien cuento debemos y cuando podemos deber. Todos pues, tenemos una capacidad de endeudarnos, ajustada a lo que digan las entidades financieras. Ellos son los primeros que no nos dejarán pasarnos, más, tras la última crisis económica.
Luego, nuestra capacidad de endeudarnos es un activo que no deberíamos consumir de entrada en su totalidad a las primeras de cambio. Si para montar la micro empresa tenemos que agotar todos nuestros recursos financieros, nos veremos incapaces de resolver problemas futuros, al menos hasta que no hayamos amortizado casi la mitad de la deuda primera.
Pero si el riesgo de cerrar existe, es mucho más duro si te pilla con grandes cantidades de deuda personal, pues a la falta de trabajo tras el cierre se sumará la deuda mensual que tendrás que soportar.
No sigo con los miedos, pido eso sí, mesura en las inversiones si estas son a deuda. A veces hay máquinas de segunda mano muy bien de precio y que sirven para empezar y ver si todo funciona como esperabas. Hay locales que se adaptan por su precio, mejor a lo que se desea hacer. Se puede empezar la actividad desde el hogar y no desde un local independiente. Se puede decorar o maquillar un local con enormes diferencias de precio e inversión. Hay mucho gasto que no es necesario en los meses previos a la creación de la actividad, como ciertos gastos de papelería o publicidad, mobiliario, etc. Los amigos deben ayudar pues para eso están. Hay que mirar, cotejar, pedir presupuesto de todo, sopesar con calma, no cegarse con lo que ven en actividades de la competencia pues muchas veces no se crearon en el primer mes de vida. No es necesario tener todo en el mismo día de la inauguración, muchas cosas se pueden ir haciendo según vayan viniendo las primeras facturaciones. Y sobre todo no desear tener lo más y mejor desde el primer día, si no se está muy seguro del éxito o se tienen unas capacidades propias para financiar la inversión.