El FMI, Fondo monetario internacional, ha dado el primer capón en el cogote de los que siendo responsables de las entidades financieras mundiales, no supieron detectar y evitar la actual crisis económica. Y como no puede ser de otra manera, Rodrigo Rato ha recibido la mayoría de las críticas.
No hay que olvidar que no se detectó a tiempo, que se puso como ejemplo
precisamente a aquellos países o acciones bancarias que luego se han demostrado más peligrosas. "El FMI no anticipó la crisis, su ritmo ni su magnitud y, en consecuencia, no pudo advertir a sus miembros", reconoce el informe.
precisamente a aquellos países o acciones bancarias que luego se han demostrado más peligrosas. "El FMI no anticipó la crisis, su ritmo ni su magnitud y, en consecuencia, no pudo advertir a sus miembros", reconoce el informe.
Pero lo triste y curioso es que tras este informe, casi demoledor, no aparecen ni culpables sobre los que trasladar la pena ni responsables que asuman sus errores aunque simplemente sea para que los que vienen detrás aprendan.
Si las instituciones mundiales se dan unos organismos para revisar los problemas, detectarlos y avisar, deben cumplir con sus obligaciones y expectativas. Y de no hacerlo, buscar a los responsables y al menos tirarles de las orejas. Tristemente ya no hay solución a lo que ha venido, pero al menso hay que tomar medidas para que no se vuelva a producir.