El Norte de África se nos rebela, mecachisla, hartos de tener dictaduras de varios tipos. Civiles, militares y religiosas para que luego se quejen, que tienen hasta donde elegir. No les entiendo, si ya se habían acostumbrado a no tener libertad, para qué quieren ahora tener democracia con lo peligrosos
que resulta llevarles la contraria a los integristas del tipo que se quiera. En realidad entre un militar subido a un tanque y con ganas de joder y un cura con la Biblia o el Corán en la mano deseoso de tener razón si o si, no hay tanta diferencia. Incluso diría más, tampoco se diferencian mucho los civiles con escuela de Chicago en sus diplomas y ganas de apoderarse de los beneficios de una zona del mundo muy sensible a joderse. Tan malo son los laboratorios neoliberales como los militares con estudios occidentales de cómo joder matando lo justo.Hoy han entrado a saco en el Museo de El Cairo, jodiendo vitrinas y piezas que les pertenecen a la humanidad y no a los egipcios por mucho que ellos no piensen lo mismo. Es triste para mi, así que no digo nada para los egipcios de bien que ven destrozarse su pasado a manos de imbéciles que creen defender la libertad de romper. Así da igual qué es lo que al final queda en el Norte de África, pues si se pisotean los derechos más elementales, da igual lo que sucede al final. La sociedad necesita formación, todas las sociedades, y aquí si que tenemos que sentirnos culpables todos, pues entre tanta televisión basura y tanta crítica venosa entre comentaristas que cobran por gritar, hemos conseguido una sociedad vacía y muy cabreada. ¿A que distancia nos queda Túnez y Egipto?, nada, es por preguntar.