Según la encuesta de intención de voto, publicada hoy, 11 de octubre de 2010, en el periódico Público, hay una diferencia de 13,4 puntos entre un PP que sigue subiendo y un PSOE que baja estrepitosamente.
En esta encuesta, de un medio cercano a las ideas del PSOE, este partido obtendría un 29,4% de los votos, un número casi imposible de entender para los que analizan la política de este país desde la transición. Zapatero perdería en poco más de dos años un 14,2% de los votos totales, pasando del 43,6% a este 29,4%. Dejarían de votar el PSOE más de 3 de cada 10 votantes de hace 10 años. Lo curioso para las matemáticas es que esos votantes no los recupera ni el PP ni IU más que en un 30%, quedando ese 70% restante en el limbo de la abstención. Demasiada pena, excesivas dudas. UPyD asciende pero no como para ser una fuerza sólida, hay cambios en el voto de CIU mientras que el PNV parece bajar, y poco más. Nada que explique la enorme bajada del PSOE. Que explique, excepto el hartazgo de sus votantes, que se sienten engañados y sin un líder claro.
En las franjas por edad, en ninguna, gana la suma de PSOE más IU a la del PP. Pero curiosamente es mejor valorada Rosa Díez que todos los demás líderes, y más valorado Cayo Lara (un gran desconocido para la inmensa mayoría) que Zapatero.
Se podría decir que es el final de una muerte anunciada y que con estos datos el PSOE se lo tendría que hacer mirar muy en serio, pues no se salvarían ni los botes de goma. Cuando Felipe perdió contra Aznar (1996), el PSOE tuvo un 37,63% de los votos. Cuando Aznar perdió contra Zapatero (2004), el PP tuvo un 37,71% de los votos. En 1989, cuando el PSOE obtuvo mayoría absoluto, el PP tuvo un 25,79% y 107 diputados. Los mismos diputados que Alianza Popular (107 y un 26,36% de votos) cuando en 1982 el PSOE tuvo 202 diputados pero con un 48,11% de los votos. Pero en cambio, cuando Aznar tuvo su mayoría absoluta en el años 2000 con 183 diputados y un 44,52% de los votos y un bipartidismo asentado como ahora, el PSOE obtuvo un 34,16% de los votos y 125 diputados.
Es decir, y si hacemos caso a las matemáticas. Con los datos de la encuesta actual, el PSOE lo tendría complicado para llegar a los 110 diputados, mientras que el PP obtendría mayoría absoluta a poco que se remangue. Y lo normal es que dicha mayoría se mantenga al menos 8 años y requiera un cambio o dos, de líderes del partido perdedor. El la historia ya escrita, la estadística fría.