Mariano Rajoy ha perdido “su” oportunidad, no es posible que en un momento como este no haya ganado por goleada. Nunca a ningún líder de la oposición se las han puesto tan a…, si, lo de las gallinas.
No sirve esconderse tras que no es obligatorio presentar propuestas. No sirve gastar, derrochar 35 minutos de discurso en simplemente criticar a un Presidente tocado y hundido. No. La sociedad espera otra cosa: sobre todo propuestas, reformas, iniciativas, liderazgo, ganas, ideas, consenso si no con Zapatero si con el resto de fuerzas, inteligencia política, serenidad, juego de toreo dialéctico, equipo.
Y Mariano Rajoy no ha presentado nada.
Zapatero ha estado normal con Rajoy.
Zapatero ha estado muy bien con CIU. Bien con el PNV.
Zapatero ha estado entre mal y muy mal con ERC, ICV e IU.
Zapatero sabrá por qué ha respondido a la izquierda así, es su responsabilidad. Incluso con algunos planteamientos inevitables con la que está cayendo, el tono debería haber sido otro. Zapatero está sólo y sencillamente le salva que en el PP no hay nadie ni se le espera. Si en estos momentos en el PP hubiera un líder que simplemente trasladara confianza leve, digo leve, a un PNV o a una CIU, la situación sería otra. Sobre todo tras las elecciones catalanas del otoño. Con la imagen presentada, a poco que nos hayan entendido en Europa, nos van a dar en el cogote bien dados. Es normal que los mercados se crezcan y que tomen a España como conejillo de Indias, es normal que tomen a España como el punto en donde colocar la palanca para intentar vencer a Europa. Estamos sin líderes y sin rumbo, hacemos políticas de derechas porque nos lo han ordenado, y encima nos creemos que es la única forma de hacer algo inteligente por España y por la izquierda. Decir que la única solución es que las empresas tengan beneficios para que paguen impuestos y así salgamos de la crisis sería una obviedad si no fuera por el añadido de “única”. Y de ser cierto, no es posible tragar esa idea si se es de izquierdas. Simplemente se dimite y se deja paso a un liberal que al menos en su escuela le enseñaron a pensar así. Queda claro que Zapatero no sabía de economía y que las clases que recibió fueron de liberales. Acabadas las ideologías por imperativo de los mercados ¿qué le quedará a la democracia?