La sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya es clara y contundente, "no hay norma en el derecho internacional" que no permita las declaraciones de independencia de Kosovo.
Cuando el 17 de febrero de 2008 Kosovo se independizó de Serbia, su Parlamento actuó legalmente. "La asamblea de Kosovo tenía poder para tomar decisiones que afectaran a su orden legal", ha añadido el juez presidente, Hisashi Owada, máxima instancia judicial de la ONU, quien ha apuntado que la declaración tampoco contravino la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Hasta 69 países miembros de las Naciones Unidas han reconocido hasta día de hoy a Kosovo -entre ellos Estados Unidos, Japón y 22 miembros de la Unión Europea (UE)- pero siguen sin hacerlo otros países como España, Rusia, China, Brasil o la India.
Pristina, capital de Kosovo, proclamó la independencia de la provincia serbia el 17 de febrero de 2008, pese a la rotunda oposición de Serbia y tras varias rondas de negociaciones infructuosas.
Se abre un camino poco y mal explorado hasta ahora en la política internacional, en donde territorios utilizar las leyes para independizarse. La gran duda es preguntarnos qué harán a partir de ahora los estados centralistas cuando se produzcan las independencias, sabiendo que estarán bendecidas legalmente por las leyes internacionales. Y conociendo la historia, la respuesta que me doy no me gusta nada. Pero sin duda se abre una vía lógica para la autodeterminación internacional de los pueblos, con arreglo a la legalidad internacional, que esperemos no sea cambiada tras la sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.