Entramos de lleno otra vez en la batalla política en el Congreso de los Diputados. Hoy comienza el Estado de la Nación en donde se esperan palabras gruesas, pocas ideas nuevas y deseos de cambio político.
Es cierto que Zapatero debe explicar profundamente los cambios adoptados y los que va a tener que adoptar, como si de una nueva legislatura de dos años se tratara, pues ha abandonado totalmente su programa electoral y trabaja desde medidas nuevas que no figuraban en el programa con el que consiguió ser Presidente.
¿Qué estamos haciendo por los jóvenes y los parados mayores de 50 años?
En teoría al menos, si todas las formas de gobernar son novedosas a partir de un punto político, determinado por “algo”, se debería presentar una Moción de Confianza que no se presentó. Por eso estos debates toman un sentido más profundo pues se debería esperar de ellos alternativas claras a las políticas presentadas con anterioridad, algo que sin duda y con la clase política que tenemos, parece imposible.
Sobre todo y dudo que así sea, se debería centrar el debate sobre el gran problema de la sociedad española, que parece abandonado a su suerte. El desempleo. Centrándose en dos aspectos. Fórmulas para la creación de nuevos puestos de trabajo. Cambios para que el desempleo no afecte brutalmente a la vida futura de las generaciones que más están sufriendo el paro: los jóvenes y los mayores de 50 años. A unos porque les corta toda posibilidad de crecer y a los otros porque estos periodos les afecta brutalmente en las jubilaciones futuras. Que no se nos olviden que necesitamos tener a una generación joven trabajando y que a los mayores de 50 años no se les puede castigar ahora, pues en mucho casos son una generación que empezaron a trabajar a los 14 años y han sido los que han sustentado todo el sistema social con sus cotizaciones.