26.7.10

Consejos de cómo pedirles protección y ayuda a los santos y vírgenes, para tener éxito

El Rey Juan Carlos I le ha pedido al Santo Apóstol Santiago por la situación económica de España, por la claridad de mente para los políticos. Que también son ganas de joder.
Si uno cree de verdad que el Apóstol Santiago es capaz de resolver los problemas de España, que ya es creer, se debería preguntar por qué no lo ha hecho antes, cuales son los motivos por los que el Rey de todos los españoles, o casi, ha tenido que esperar al 25 de julio para pedirle al Santo. Mucho esperar me parece.
Yo no me imagino al Santo Santiago intentando resolver los problemas de esta santa España contra los tiburones de laboratorio económicos escondidos en los despachos de diseño. Sería una batalla descompensada a favor de los sin escrúpulos.
A los apóstoles y santos, a las vírgenes, hay que pedirles cosas sencillas, asuntos domésticos, arreglos para la salud o para buscar novios y novias. Si les intentamos meter en asuntos complicados, siendo que son gentes del siglo I cuanto más, los podemos volver locos. Para estos asuntos de la economía usurera nada como Dios directamente, y a ser posible, solicitándole no tanto que resuelva los problemas en general, sino que convierta en arenques ahumados a todos los jetas que juegan con los dineros de los demás. Hay que plantear los problemas y además dar la solución posible. Así es más fácil que nos hagan caso los “resolvedores” de problemas.