9.6.10

España está muy grave. Tiene los riñones encharcados. ¿O eran los pulmones?

Cuando todo un Banco Mundial, que como su nombre indica debe ser el mayor de todos los bancos posibles, nos avisa de que España esta muy grave, es para ponerse a temblar. La primera idea es sacar todos los ahorros de la caja de ahorros de tu barrio y escapar a tu pueblo. No hay que explicar que si tuviera para escapar a NY con lo ahorrado, me iría para salir del enfermo muy grave, pero no tengo.
No es que estemos regular como Labordeta ni mal como Zapatero. No. Estamos muy graves. Vamos que ni con sonda gástrica ni con el boca a boca. ¿Y quien es el culpable?, nos preguntamos de entrada, ¿qué se puede hacer ahora que los médicos de cabeceras nos van a cobrar unos euros cuando los vayamos a ver, como si fueran el bar de abajo?. Ayer hicieron cuentas unos economistas de libro y nos dijeron que quien más deuda tiene en este santo país no es el Estado, no son los bancos (que ya les vale), que son las familias y las empresas. Que es tanto lo que deben precisamente a los que también deben, es decir los bancos y el Estado, que la cosita está muy chunga.
Las personas debemos a los bancos y no sabemos si podremos pagar. Las empresas deben a los bancos, a la SS y hacienda pues han solicitado aplazamientos. Y los bancos deben porque no les pagan y porque jugaron a la ruleta rusa con los euros de todos. El Estado debe porque se creía el dueño del mambo regalando euros a todos por igual y ahora no está cubriendo los gastos pues no hay actividad.
La idea de frenar la actividad a costa de no gastar es mala como dicen muy bien muchos, no porque podamos permitirnos gastar más de lo que ingresamos, que no, sino porque frenar el coche en plena curva es peligrosísimo. Tal vez en plena curva lo que se precie según los maestros, es frenar ligeramente para a continuación acelerar y nada más salir de la curva, parar y respirar fuerte.
Estamos tan graves que ya no quieren ni venir de visita los políticos para consolarnos. No se recuerda presidencia de la Unión más tonta que la de este semestre. Mecachis qué otoño caliente nos espera.