Una vez que ya sabemos todos que el Estado no tiene euros y que además debe un riñón y que para más lío, algunos españoles tramposos tienen muchos pero escondidos y de color negro, se impone empezar a pensar en una amnistía fiscal.
Sin duda sé que es una medida súper liberal y nada progresista, pero también inevitable si queremos cuadrar cuentas. Nos tienen pillados por el bolsillo.
Ya se hizo hace unas décadas con Bonos del Estado que sin interés servían para aflorar la economía escondida al ponerlos al servicio del Estado unos años flojos. Nos queda esto o vender las pocas empresas públicas guapas que nos dejó Aznar una vez que había vendido el resto para cuadrar cuentas. Es lo que tiene la economía pública, que al final es como la cuenta de la vieja pero a lo grande.
O vendemos, o gastamos menos, o cobramos más impuestos, o pedimos prestado, o afloramos el dinero negro. No hay más planes posibles. Y algunos ya está totalmente prohibidos por Europa pero también por los propios mercados que son los que nos gobiernan.
Malas líricas para la izquierda que no ha (hemos) sabido ofrecer alternativas a las debacles provocadas por los chulos del mercado.
Que aflore el dinero negro se puede hacer de más modos. Uno sencillo pero al que se niega Europa es cambiar el euro físico, bien prohibiendo el billete de 500 o bien provocando el cambio del billete por motivos de seguridad como excusa. Ahora, si vas al banco con unos billetes de 500 no sales sin que te fichen tu nombre y el destino. Son así de obedientes. Y en Gran Bretaña con los billetes no puedes comprar nada que exceda de 3.000 euros. El resto por trasferencia. Son buenas medidas, pero escasas.
Hay que controlar las transacciones en negro, que son el principio del mal. Si existe mercado negro, de poco servirá controlar el final, el blanqueo. En algunos países “jorobados” existe un mercado paralelo de billetes no oficiales, tanto para pagar como en algunos momentos de su historia para cobrar sueldos. En la Argentina del corralito algunos cobraban parte de su sueldo en dólares, por poner un ejemplo tonto. Así que hay que evitar que se pueda comprar con esos billetes que no te admite el banco. Y como de momento hay que conseguir liquidez como sea, no está de más pensar de qué forma se puede hacer una amnistía fiscal en condiciones, aunque no sea una medida de izquierdas. Nos taparemos la nariz.