25.5.10

España necesita nuevos políticos, nuevos partidos políticos

Que la situación en España se complica por días no es algo que asuste ya, pues la estamos asimilando con dolor pero con calma. Tal vez debamos empezar a preguntarnos qué soluciones a medio plazo deberíamos tomar, una vez que hayamos asumido que somos un Estado complejo, en donde por cada paso adelante damos otro hacia atrás.
Tras la dictadura fuimos capaces de construir una democracia que poco a poco demostró credibilidad y respeto en el interior y en el exterior. Gracias sin duda a una docena de políticos de gran inteligencia y a unos equipos de trabajo excelentes en el PC, en el PSOE y en la UCD.
Pero los tiempos han pasado y ahora estamos no ya en una crisis económica —que también— sino en una crisis política grave, por la falta de liderazgo y de ideas claras. Tanto en el PSOE actual como en el PP. Todo cambia, y ahora tenemos lo que ha quedado del cambio y no es correcto para hacernos respetar en el mundo.
Es posible que sea el momento para empezar a edificar un nuevo sistema político y me explico. El sistema urdido por el PSOE y PP de un bipartidismo egoísta con unos líderes mediocres no funciona. Se han edificado alrededor de los grandes partidos un clientelismo de asociaciones con poca representatividad social, que alaban las ideas grises y cercenan las novedosas, para no dejar de salir en la foto. Nadie se atreve a levantar la voz interior y la mediocridad es la tónica general.
Los restantes partidos políticos pequeños se radicalizan al no estar trabajando en el poder o al no ver la responsabilidad del trabajo político de cerca. Pero curiosamente dentro de estos pequeños partidos hay gente muy válida. Tanto en IU como en todos los nacionalismos moderados que hay en el Estado. Hablo de PNV, CIU, BNG, CHA, ERC, PAR, etc. Ideas diferentes que deberían sumar y no restar. Y que ahora muchos están desactivados por amor de un bipartidismo inútil. No nombre a UPyD porque no soy capaz todavía de saber qué es.
Pero añado más.
Tal vez sea el momento de que surjan nuevos partidos políticos, renovados, distintos, europeistas y responsables. Pero faltan líderes nuevos. Las organizaciones no son nada sin ideas y poco sin líderes que las sepan edificar y amasar.
Nos falta en España un partido liberal creíble. Nos falta una izquierda inteligente y unida. Nos falta un replanteamiento de algunos nacionalismos que sepan darse cuenta de en qué momento de la historia estamos todos. Nos falta gente joven y nueva; también gente de la generación jubilada, una vez que la adulta actual está missing y seca (ha perdido su oportunidad no por culpa de Zapatero y Rajoy sino por no ser capaz de elegir mejor antes y ahora mismo).
Nos faltan arrestos de asumir que la urgencia es el mal menor y de que o cambiamos mucho o nos cambiarán mucho el sistema. Y si lo cambian “otros”, lo cambiarán a su gusto y forma.