Es triste y casi vergonzoso que no se haya llegado a un acuerdo sobre el llamado “Pacto por la educación”, entre los dos grandes partidos de España. No tiene sentido que un asunto tan grave e importante se haya cerrado tras unas pocas reuniones con las cartas marcadas en donde cada actor ha interpretado su papel impuesto por las direcciones políticas. Nada de negociar de verdad, nada de pensar en los jóvenes, nada de darle a la educación la importancia que se merece.
Un país no puede crecer en calidad y con ello en cantidad y valor, si antes no tiene unas bases sólidas que formen a su sociedad con arreglo a lo que se necesita en cada momento histórico. No es posible soportar el fracaso escolar que tiene España, hacer cambios constantes en las leyes educativas, marear a profesores, padres, alumnos. Cuando decimos que tanto Zapatero como Rajoy no están a la altura de lo que se espera de unos estadistas, nos fijamos en acciones como esta, que minan las bases de la sociedad en el medio y largo plazo.
Contra la acción de negarse a la negociación estará la reacción de negarse también cuando hayan cambiado los papeles políticos de los dos grandes. Seguiremos peleados en un asunto tan importante como la Educación, empleando los grandes asuntos como armas que se arrojan entre el PP y el PSOE para hacerse daño, haciéndolo más a la propia sociedad.
Se critica a los nacionalistas a la hora de acusarles de no defender el bien común, cuando en realidad los que primero se niegan a defender el bien común son los dos partidos más españolistas. No es lógico, sobre todo cuando simplemente no se negocia hasta el cansancio intentando buscar soluciones intermedias.
Punto 8 de la propuesta del Gobierno (PSOE) para el Pacto por la Educación.
El Gobierno se compromete a impulsar actuaciones específicas, especialmente referidas a la comprensión lectora, la escritura y la expresión oral, para que todo el alumnado finalice la educación obligatoria con la competencia lingüística necesaria para expresarse con corrección, oralmente y por escrito, en la lengua castellana y, si la hubiere, en la lengua cooficial de la Comunidad Autónoma.
Artículo 22, apartado H, Ley de Calidad de la Educación del Gobierno del PP, derogado en 2004
Los alumnos deberán comprender y expresar con corrección, oralmente y por escrito, en la lengua castellana y, en su caso, en la lengua cooficial de la Comunidad Autónoma, textos y mensajes complejos, e iniciarse en el conocimiento, la lectura y el estudio de la literatura.