Tenemos la idea de que en España se pagan muchos impuestos, cuando la realidad es que los tipos máximos, es decir, lo que pagan las personas que más sueldo ganan, es inferior no a la media europea actual, sino a la de los países más prósperos, los que tiran de la economía europea.
Dinamarca encabeza la lista de países de la UE con un tipo máximo de impuestos a las rentas del 59,0%; a continuación está Suecia con un 56,4%, Bélgica con un 53,7% y los Países Bajos con un 52,0%. Finlandia y Austria se sitúan en un 50%, mientras que Alemania registra un 47,5% y Francia un 45,8%. Italia lo sitúa en un 44,9%. España tiene un tipo máximo del 43,0% superamos en más de cinco puntos porcentuales al promedio europeo. Por la incorporación de los nuevos países que tienen unos tipos muy bajos. Portugal, cuenta con un 42%, al tiempo que Irlanda y Eslovenia comparten un 41%. Grecia, Hungría, Polonia y el Reino Unido registran todos un 40% y Luxemburgo supera levemente la media europea con un 39%.
Bulgaria cierra la lista con un 10%, Rep. Checa un 15% o Rumania un 16%. Curiosamente estos países con tipos máximos tan bajos, son exportadores de mano de obra que quieren trabajar en países en donde los tipos de IRPF son mucho más altos.
Pero España tiene un tipo máximo del 43% ahora, hace una década su tipo máximo era del 56%. Hay pues márgen para poder subir los impuestos a los sueldos más altos. Si se quiere.