Tras la apertura a la luz del sumario de Gürtel hoy, nada debería ser igual en el PP. Por mucho que lo intenten, la sociedad no puede mirar hacia otro lado. O lo que sería peor para el PP, es casi seguro que está mirando hacia otro lado.
España lo tiene jodido. Cuando los recambios no son lógicos, es decir, cuando algo mejor no sustituye a lo que ya consideramos todos como peor, sucede el caos.
En política el caos es un situación que lleva al pánico, al abandono social, al recambio violento. En estos momentos nos salva algo básico. No hay nada mejor que lo que ya es malo. Tenemos la suerte, que esperemos nos dure muchos años, de que no hay nada apolítico o dictatorial, que sea para la sociedad española mejor que lo que ya es según muchos, malo.
Tremenda opinión, lo sé. A veces no se puede ir con paños calientes si el dolor es muy fuerte. A veces incluso hay que ir al médico o al cirujano. Tremenda decisión. Tremendas palabras para un tipo como yo.
Con un PSOE congelado, literalmente viviendo de la inutilidad del PP, es increíble la respuesta de la sociedad a la actual situación. Bueno, no es increíble, la verdad, es la usual en nosotros. Solemos quedarnos callados y quietos como borregos. Y lo siento. En el 23F se dijo que la actitud de la sociedad española fue ejemplar. Mentira. Fue igual a la actual. Nos quedamos en casa a esperar que por milagros el golpe de estado fracasara o triunfara. A que otros nos resolvieran los problemas. No hubo ni una sola manifestación de apoyo a la democracia. Si, lo sé, yo asistí, las hubo pero varios días después. El valor se demuestra cuando es necesario el valor para algo. No cuando nos invitan a bailar.
Hoy tenemos más parados. El Gürtel escupe barbaridades y sospechas. Seguimos pendientes del fútbol.