2.3.10

Hay que rebelarse, desobedecer, luchar por la libertad propia.

Que nadie te obligue. Si tiene un mal día, si tiene un buen año, que nadie te obligue a pensar de una forma dirigida. Si eres diferente, especial, normal o con ganas de ser distinto, impón tu forma de pensar a tu propio cuerpo, sé tú mismo, y camina. Tú eres lo más importante que nunca te ha sucedido. No lo amoldes a gusto de los otros, casi siempre lo intentan hacer para su propio interés.
Vuela e intenta ser feliz, no te preocupes tanto de lo que los demás opinen, no les obedezcas, precisamente en la desobediencia y rebeldía controlada y organizada (o sin) está el placer.
¿Qué has hecho hoy de interesante?, ¿sabes que este día ya no lo volverás a vivir nunca más?, se ha ido, se te ha llevado un poco, tienes un día menos para rebelarte, para afirmarte, para ser tú.
Allá tú con tus actos, son todos tuyos. No me hagas caso, hazte caso a ti mismo. Abandona esta página y haz lo que te apetezca más. Cuidado, si rompes la pantalla de un puñetazo, estás rompiendo tu ordenador y tu mano. A mi no me has dado. Cuida tu fuerza para emplearla a tu favor, como los judokas.
Nadie sabe cuantos días le quedan para ir tirando a la basura. Tú mismo.