Ningún ciudadano es inmune al paro.
En absoluto. Yo misma estuve durante un tiempo en el paro cuando era más joven y lo pasé muy mal. De hecho, la pérdida de empleo está entre las situaciones más estresantes que hay.
¿A qué se debe?
Cuando se está en el paro, uno siente una total falta de control de la situación. Por eso, lo fundamental es comprender que el paro es solo una etapa de tu vida, no tu vida total. Y después, hay que verbalizar lo que uno siente con palabras (rabia, impotencia, miedo, injusticia, etc.). Es una forma de romper los fantasmas.
¿Y hay algún tratamiento?
El paro no es una enfermedad y no se puede medicar, salvo casos extremos que desemboquen en depresión. Pero sí se pueden desarrollar estategias de afrontamiento.
¿Como por ejemplo?
Importantísimo: el parado tiene que hacer algo. No es que no tenga trabajo, sino que su trabajo es la búsqueda de empleo. Pero no por ello debe desatender a uno mismo, sino que de igual modo tiene que tener una organización de su tiempo porque si no, el da se diluye en medio de la nada. Debe de tener un horario para levantarse, la higiene personal, la búsqueda de trabajo, pero también para el ocio. A fin de cuentas, es otra forma de ampliar su red de contactos, y supone ampliar vías de información en la búsqueda de empleo.
¿Qué consejos daría a un parado?
Es importante que se permita pensar en qué le gustaría trabajar, marcarse un objetivo claro, porque así empieza a hacer palanca en ese sueño y es más fácil que lo logre. Todas las alternativas que se sigan serán pasos hacia esa meta. Hay que barajar sus opciones, la palabra ninguna no existe. Hay que ver lo que se está demandando, y si es necesario, formarse para ello.
También es imprescindible prepararse para la entrevista. El aspirante está interpretando el papel del mejor candidato. Y para ello se tiene que tener en mente, visualizar y trabajar la imagen que va a dar él ante la entrevista. Empieza a comportarte como el profesional que eres y que vas a ser.
Ponte en el lugar del entrevistador y piensa de quién te gustaría rodearte: de una persona positiva, de mente abierta, actitud de escucha, emprendedora, que se ilusione por el trabajo. Estas habilidades sociales se aprenden. Pero si luego no te cogen, no pasa nada, hay que venirse arriba, no abajo.
¿Y cómo puede ayudar un amigo o familiar al parado?
Confiando en él, haciendo ver que es la persona más preciada del mercado laboral. Debe ser su máximo entrenador y ayudar a que logre la mejor versión de sí mismo.