Seguro que hay veces que no sabes cómo reconocer un ataque de ansiedad. Lo primero que hay que tener en cuenta es que es una reacción del cuerpo muy normal y que no eres un bicho raro por tener un ataque de ansiedad. Los síntomas comunes a casi todos son que te empiece a temblar el pulso y una sensación de mareo. Cuando nuestro cerebro identifica que tiene que defenderse de algo que no le agrada nada se acelera nuestro ritmo cardiaco e, incluso, podemos llegar a tener taquicardias y dolor de pecho (pinchazos) porque estamos reaccionando a algo que nos da pánico o consideramos que hay que luchar contra un peligro.
Otros síntomas frecuentes pueden ser; sequedad de boca, caída del cabello frecuente, sudores fríos y calientes (cambios de temperatura corporal bruscos), ganas de vomitar, diarrea, también se te pude nublar la vista, etc
En todo esto del bienestar y la salud hay algo claro, "prevenir es curar" y como esta sabia frase también hay sabios consejos de especialistas que nos cuentan cómo corregir esos malos hábitos para evitar los ataques de ansiedad.
Evitar la ansiedad no es fácil pero si que es posible. Lo primero tienes que saber localizar bien qué temas y qué hechos en tu vida te están produciendo ansiedad. Si no localizamos el problema no podemos remediarlo, así que esta es la parte más importante.
Una vez localizado el foco de lo que te genera ansiedad intenta restarle importancia y corregir en tu cerebro esa sensación de malestar. Tienes que concienciarte de que esas situaciones no son tan peligrosas y no deben generar esas súper-alertas en tu cuerpo cada vez que te sucedan.