21.3.10

Cómo ha cambiado la memoria en 30 años


Los que hemos tenido la suerte (o la desgracia por su amortización) de conocer los discos duros de los años 80, sabemos muy bien lo que eran aquellas memorias brutales, costosísimas, con unos cuidados exquisitos, temperatura constante, nulos movimientos y menos todavía posibles vibraciones, con prohibición absoluta de polvo y ruido brutal. Tenían acondicionada una habitación habilitada para ellos.
Hoy los discos duros son un pequeño regalo de cumpleaños que tenemos para guardar imágenes.
Sin aquellos hubiera sido imposibles estos; sin sus brutales costos que no se podían amortizar, no hubiera sido posible el avance actual. Quien no se contenta es por que no quiere. Yo tuve que sufrir discos duros de 200.000 euros (en pesetas y a créditos del 14%). Y digo sufrir porque los bancos se molestaban mucho si un mes no podías pagar el crédito. Cachislamarsalada.