7.2.10

No todo el PSOE es Zapatero

Ya hace meses que en el PSOE, partido que siempre ha demostrado ser muy responsables en sus fisuras internas, bulle en una perola de diferentes salsas, con distintas sensibilidades, con diferentes maneras de entender el momento actual y la gestión de este gobierno algo desustanciado.
Esta semana pasada ha supuesto para Zapatero la gloria de acudir otra vez a EEUU y la miseria de ver que España se le tambalea sin saber bien qué hacer para remendar los problemas.
Han sido demasiadas medidas hoy abandonadas por ineficaces, cuando ya casi todos los sabíamos, incuso los más tontos como yo, y ahora no se atreve a realizar más cambios ante el drama de que no sabe qué puede funcionar y qué no. 

Pero los gobiernos están para decidir y acertar, e incluso antes de para no hacer nada, para equivocarse haciendo. Pero Zapatero ha cogido miedo, no dispone de un equipo de primera división al frente de sus gestiones, tiene algunos buenos ministros, otros desaparecidos o escondidos y algunos casos de escasos concejales de ciudad.

Por eso el PSOE no está contento pero sigue fiel como además debe ser, pero de puertas adentro debe tomar medidas fuertes contra la inoperancia, porque en ello va el futuro de un partido respetabilísimo para los próximos 20 años. 

Si pasado mañana el PP gana justo en el momento de la salida de la crisis y no tiene que tomar medidas impopulares porque todas están ya o tomadas o marcadas, gozará de un periodo eterno de gobierno tranquilo, cambiando a España a su imagen y semejanza. Esto no es bueno ni malo en global, lo será para cada uno de nosotros en nuestras particulares formas de entender la política social en nuestro territorio y en nuestro caminar. Para el PSOE será peor que malo, y ellos lo saben. 
Por eso no todo el PSOE es Zapatero.