Hablamos mucho de reforma laboral. La solución contra los pobres. No a favor de lo necesario.
La PYMES están asfixiadas por una financiación ineficaz, unos créditos que no llegan, unos pagos de sus clientes a 120 días, unos costes brutales que tienen que soportar como las empresas grandes, con la imposibilidad de asumir EREs que si pueden hacer las grandes empresas.
La reforma laboral no es la solución ni el problema. Si se quiere resolver la actual situación de las PYMES, hay que preguntarles a ellas. No a los dirigentes de una patronal poco representativa, sino encuestando a las empresas que están en grandes dificultades.
