Las constructoras ACS, FCC, Ferrovial, Acciona y OHL han cerrado en positivo un año de crisis -con casi el doble de ganancias, pese a la menor actividad-, tras concentrarse en los negocios considerados estratégicos y reducir deuda, aunque sin renunciar a algunas inversiones necesarias para seguir creciendo.
A falta de que Sacyr presente sus cuentas, las grandes constructoras obtuvieron el pasado ejercicio un beneficio neto conjunto de casi 3.120 millones de euros, el 85 por ciento más que en 2008, impulsado por las plusvalías procedentes de la desinversión de ACS y Acciona en Unión Fenosa y Endesa, respectivamente.
Ferrovial también vendió activos, pero en su caso el traspaso del aeropuerto londinense de Gatwick generó minusvalías, con lo que el grupo se mantuvo en pérdidas, aunque considerablemente menores que un año antes.
Las cuentas de FCC también reflejan la crisis, ya que el deterioro del mercado doméstico ha socavado sus ganancias, un 8 por ciento menores, a pesar de lo cual la compañía considera que ya ha pasado lo peor y está en disposición de volver a crecer en 2010.
Caso diferente es el de OHL, cuyo beneficio aumentó casi el 10 por ciento, inmune a la crisis gracias a la defensa que le proporcionan los crecientes ingresos y márgenes provenientes de su negocio de concesiones y construcción internacional.
Junto con OHL, ACS fue la única compañía que consiguió aumentar su facturación en 2009 apoyándose en la buena evolución de los negocios de medio ambiente, servicios industriales y energía, que compensaron la reducción de la actividad de construcción.
Por el contrario, no pudieron aumentar sus ventas ni Acciona ni FCC ni Ferrovial, debido al mal comportamiento de casi todos sus negocios, a lo que se suma el efecto negativo del tipo de cambio en el caso de Ferrovial, ya que buena parte de sus ingresos proceden del Reino Unido, algo que en menor medida también afectó a FCC.
Con una menor actividad y un entorno financiero difícil, las constructoras han optado por reducir deuda, algo a lo que ha ayudado la desinversión en activos, que ha propiciado un recorte conjunto del 14 por ciento.
No obstante, la mayoría han mantenido la actividad inversora, que ya no está enfocada como en años anteriores a operaciones corporativas para ganar tamaño, sino que se trata de inversiones más modestas orientadas al crecimiento de las divisiones ya creadas.
Fuente eleconomista.es
A falta de que Sacyr presente sus cuentas, las grandes constructoras obtuvieron el pasado ejercicio un beneficio neto conjunto de casi 3.120 millones de euros, el 85 por ciento más que en 2008, impulsado por las plusvalías procedentes de la desinversión de ACS y Acciona en Unión Fenosa y Endesa, respectivamente.
Ferrovial también vendió activos, pero en su caso el traspaso del aeropuerto londinense de Gatwick generó minusvalías, con lo que el grupo se mantuvo en pérdidas, aunque considerablemente menores que un año antes.
Las cuentas de FCC también reflejan la crisis, ya que el deterioro del mercado doméstico ha socavado sus ganancias, un 8 por ciento menores, a pesar de lo cual la compañía considera que ya ha pasado lo peor y está en disposición de volver a crecer en 2010.
Caso diferente es el de OHL, cuyo beneficio aumentó casi el 10 por ciento, inmune a la crisis gracias a la defensa que le proporcionan los crecientes ingresos y márgenes provenientes de su negocio de concesiones y construcción internacional.
Junto con OHL, ACS fue la única compañía que consiguió aumentar su facturación en 2009 apoyándose en la buena evolución de los negocios de medio ambiente, servicios industriales y energía, que compensaron la reducción de la actividad de construcción.
Por el contrario, no pudieron aumentar sus ventas ni Acciona ni FCC ni Ferrovial, debido al mal comportamiento de casi todos sus negocios, a lo que se suma el efecto negativo del tipo de cambio en el caso de Ferrovial, ya que buena parte de sus ingresos proceden del Reino Unido, algo que en menor medida también afectó a FCC.
Con una menor actividad y un entorno financiero difícil, las constructoras han optado por reducir deuda, algo a lo que ha ayudado la desinversión en activos, que ha propiciado un recorte conjunto del 14 por ciento.
No obstante, la mayoría han mantenido la actividad inversora, que ya no está enfocada como en años anteriores a operaciones corporativas para ganar tamaño, sino que se trata de inversiones más modestas orientadas al crecimiento de las divisiones ya creadas.
Fuente eleconomista.es