Un ejercicio sencillo pero muy intenso.
Imagínate que estás encerrado en un edificio en llamas, en un barco que se hunde. Te quedan pocos minutos de vida, no tienes salida. Y decides escribir una nota, una carta, un grito, un mensaje.
Tiene que ser intenso, es el último párrafo de tu vida, el adios o el hasta luego.
Tus últimas palabras.
Inténtalo desde diferentes ópticas, con distintos personajes y vivencias.