La gente de mi generación no estamos valorando a Europa en su medida y no trasladamos a la generaciones que vienen detrás, la idea de que en el futuro próximo, sólo será posible sobrevivir en seguridad, dentro de una Europa unida y fuerte.
El mundo se está volviendo a bipolarizar entre EEUU y China y ya no quedan espacios políticos para países pequeños. Los países emergentes ocuparán el espacio que hasta ahora han ocupado Francia, Alemania o Gran Bretaña.
Los Brasil, India, Canadá o incluso Venezuela están llamados a acompañar a los dos grandes, en detrimento de los países europeos divididos. El futuro de Europa pasa por ser una gran unión de países, con diversidad de culturas e idiomas pero con unos objetivos organizados y comunes.
Mientras los europeos no pongamos en valor nuestra “Unión”, logrando crear ilusión entre los jóvenes, no estaremos caminando por la senda de la seguridad en el medio plazo. La responsabilidad es de las generaciones que hoy detentan el poder por edad y poder, por que la juventud no es responsable del desencanto que nosotros les estamos entregando.
Es hora también de que Europa deje de ser simplemente un mercado económico para ser una Unión de sociedades, de formas de vida, de culturas diversas, de políticas sociales que nos diferencien en un mundo cada vez más empobrecido socialmente.