8.12.09

Viva Aminetu Haidar viva


La vida no tiene precio.
Junto a la vida van nuestras ideas y los mártires son siempre cadáveres olvidados, que si acaso, sacamos del armario de vez en cuando para demostrar que somos educados y nos acordamos de ellos.

Aminetu Haidar debe abandonar con urgencia su huelga de hambre.
Aminetu Haidar debe continuar desde España una lucha sin tregua por dar a conocer los problemas del Sahara, de sus habitantes, antes españoles, hoy abandonados; de un Marruecos que nos engaña, de una zona del mundo complicada y con todas las necesidades sin cubrir, incluida casi sobre todo la de la libertad.
Aminetu Haidar debe ser convencida de que vale mucho más viva que muerta, que su idea social de lucha es necesaria si ella está viva defendiéndola.
Debe concoer Aminetu Haidar que muerta vale muy poco para sus convecinos de lucha y que por mucho que crea que es un reto a los dos gobiernos que les manchará las manos, lo cierto es que todos los gobiernos del mundo tienen siempre mucha agua para lavarse, incluso bendita.

El Gobierno de España no debe permitir que Aminetu Haidar fallezca en su huelga de hambre, una vez que se sabe imposible toda solución a su petición. Es bien sabido que todos los caminos se han cerrado, porque sus ideales no valen una llamada de más alto nivel que el de ministros. Aquí se ha acabado todo. Marruecos no se merece tampoco más intermediación de nadie. Una vida humana no vale una llamada de súplica de un importante, y esto lo tenemos que asumir con pena y dolor, pero tragar como inevitable. Es el juego asquerosa de la política.
Para Marruecos, Aminetu Haidar es un estorbo que quieren muerta y desterrada, un problema que desean acabado en tierras de otro. Para Marruecos la mejor noticia del día sería que Aminetu Haidar hubiera fallecido en su intento desesperado por defender a su pueblo, a su país.
Alguien debe convencer a Amenetu Haidar de que debe vivir para seguir viva su idea.